
No se trataba de ninguna competición, ni de saber quien era el mejor. El objetivo único era el primer contacto con un arco y el sentir lo que es disparar una flecha y otra y otra.
Una decena de personas, entre los que había niños y mayores, sintieron esa llamada de puertas abiertas del Club Arqueros Benavente y se atrevieron a presentarse en las instalaciones de la sala de tiro de los Salados con el fin de convertirse en arco y flecha de una sola pieza.
Por cierto, poco le queda de vida a estas instalaciones ya que el Ayuntamiento de Benavente está construyendo una nueva sala en la Ciudad Deportiva que va bastante adelantada y donde se podrá desarrollar en mejores condiciones este deporte.
Nadie nace enseñado
Durante dos horas, los participantes disfrutaron de las sensaciones de portar un arma deportiva, en este caso un arco, y probar fortuna en la diana. Al principio, como nadie nace enseñado, la cosa no es tan fácil como parece, pero poco a poco las flechas se fueron clavando en las correspondientes dianas.
El resultado final no era competitivo sino de sensaciones y las que la decena de personas participantes recogieron son aquellas que fueron a buscar, disfrutar, entender, comprender y acercarse a otro deporte que aunque no mueve masas no deja de ser un momento de comunión entre el arquero y el arco que se traduce todo en un deporte relajado.
El Club Arqueros Benavente, seguirá teniendo sus puertas abiertas con el fin de que aquellos que quieran intentarlo lo puedan hacer.






