
La Junta de Castilla y León ha prolongado la situación de alerta por riesgo extremo de incendios forestales en toda la Comunidad hasta el 26 de agosto, debido a las condiciones meteorológicas adversas y a la sequedad extrema de la vegetación.
La resolución incluye también la declaración de ‘alarma extrema’ en los municipios más afectados, donde se aplicarán medidas preventivas extraordinarias con el fin de proteger a la población y evitar nuevos focos de fuego.
Una situación de riesgo máximo
Según la Administración autonómica, la continuidad de altas temperaturas y baja humedad provoca un “estrés hídrico extraordinario” en el monte, tras semanas de incendios muy virulentos que han arrasado miles de hectáreas en provincias como León, Zamora, Salamanca y Palencia.
Algunos fuegos mantienen perímetros superiores a los 100 kilómetros, lo que aumenta el riesgo de reproducción y dificulta las tareas de control.
Medidas y prohibiciones en toda la Comunidad
Entre las principales prohibiciones establecidas por la Junta entre el 23 y el 26 de agosto destacan:
- 🚫 Encender fuego en el monte o espacios abiertos, incluidas zonas recreativas y de acampada.
- 🚫 Uso de barbacoas, incluso en áreas autorizadas.
- 🚫 Suspensión de permisos de uso de fuego y prohibición de material pirotécnico.
- 🚫 Uso de maquinaria en el monte y en una franja de 400 metros si genera chispas, descargas eléctricas o riesgo de deflagración.
- 🚫 Prohibición de tránsito y estancia en montes en municipios con “alarma extrema”, salvo emergencias, trabajos de extinción o acceso a la propiedad.
Quedan exentas de estas limitaciones las actuaciones de emergencia e interés general, como la reparación de infraestructuras básicas de electricidad, gas o telecomunicaciones, siempre que se comuniquen a los Servicios Territoriales de Medio Ambiente.
Municipios en ‘alarma extrema’
La ‘alarma extrema’ por riesgo de incendios afecta especialmente a los municipios próximos a los grandes focos forestales de la Comunidad. Allí se aplicarán las medidas preventivas más estrictas, reguladas por la Orden FYM/510/2013, como la prohibición del uso de ahumadores en la actividad apícola y la suspensión de cualquier actividad que pueda originar fuego.
La prolongación de la alerta por incendios hasta el 26 de agosto confirma que Castilla y León continúa en situación crítica, a pesar de la evolución favorable de algunos fuegos. La Junta insiste en que la colaboración ciudadana y el cumplimiento de las prohibiciones son fundamentales para evitar nuevas emergencias.






