
Cuatro alimoches marcados con GPS en León, Salamanca y Zamora
La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León, en colaboración con AMUS – Acción por el Mundo Salvaje, ha equipado con dispositivos GPS a cuatro pollos de alimoche en las provincias de León, Salamanca y Zamora.
El objetivo es identificar sus rutas, hábitats y amenazas, así como reforzar las acciones de conservación de esta especie catalogada como “Vulnerable” en la península y “En Peligro” en Canarias.
Un proyecto de alcance nacional
Esta iniciativa forma parte de un programa nacional que pretende colocar GPS a 17 alimoches en varias comunidades —Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura y Navarra—, de los cuales ya se han marcado 10 pollos y 2 adultos en este primer año.
En 2026 se continuará el trabajo, incorporando también aves adultas al seguimiento y ampliando la observación hasta las zonas de invernada en África.

Por qué es importante proteger al alimoche
El alimoche (Neophron percnopterus) es el más pequeño de los buitres reproductores de España, con plumaje blanco y negro y cola en forma de cuña. España alberga casi la mitad de la población europea (unas 1.500 parejas), lo que convierte al país en clave para su conservación.
Entre sus principales amenazas figuran:
- Envenenamientos por cebos ilegales o sustancias tóxicas.
- Colisiones con tendidos eléctricos y aerogeneradores.
- Molestias humanas en zonas de cría, como actividades deportivas.
Investigación toxicológica para detectar riesgos ocultos
Además del marcaje con GPS, el proyecto incluye análisis toxicológicos para identificar la presencia de metales pesados, antibióticos y antiinflamatorios que pueden afectar gravemente a estas aves.
Los estudios se realizarán a lo largo de 3 a 5 años, permitiendo detectar problemas de conservación menos visibles y orientar medidas preventivas.
Colaboraciones clave
Este trabajo cuenta con el apoyo de la Fundación Iberdrola España y el Hawk Mountain Sanctuary, así como la implicación de técnicos, agentes medioambientales y el GRIA – Grupo de Intervención en Altura para acceder a los nidos, y el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Castilla y León para el análisis de muestras.
Más información sobre el proyecto y su evolución está disponible en la web oficial de la Junta de Castilla y León.






