
La Audiencia Provincial de Zamora ha dictado sentencia en el conocido como “Crimen del Tera”, un caso que conmocionó a la comarca sanabresa tras el hallazgo, a finales de 2019, del cuerpo sin vida de un hombre de unos 70 años en el río Tera, cerca del Lago de Sanabria. El Tribunal del Jurado ha declarado culpables a dos ciudadanos de nacionalidad portuguesa —una mujer identificada como R.R. y un hombre identificado como J.A.— del delito de asesinato con alevosía, imponiéndoles penas de 22 y 17 años de prisión, respectivamente.
Un tercer acusado, A.M., ha sido absuelto al no quedar probado que participara en los hechos.
Un crimen con móvil económico
Según recoge la sentencia, los hechos ocurrieron entre el 23 y el 27 de diciembre de 2019, cuando los condenados se trasladaron con la víctima —identificada en la causa como M.M., de unos 70 años— hasta un paraje del río Tera conocido como Pozo Muerto.
El jurado consideró probado que R.R. y J.A. habían suministrado a M.M. algún tipo de medicación que le provocó somnolencia, dejándole sin capacidad de reacción. Una vez en el lugar, ataron su cuerpo a un saco de cal viva, introdujeron la parte inferior en una bolsa, y le cubrieron los ojos y la boca con cinta americana.
Los acusados retiraron toda la documentación del fallecido para dificultar su identificación y abandonaron el lugar.
La motivación: quedarse con las pensiones del fallecido
La sentencia acredita que la principal autora, R.R., actuó movida por un ánimo de lucro. Había convencido a la víctima para figurar como cotitular de sus cuentas bancarias, en las que M.M. recibía dos pensiones —una desde Portugal y otra desde el Reino Unido—.
Tras la muerte del hombre, R.R. continuó durante meses retirando el dinero de esas cuentas, hasta que la Guardia Civil localizó el cadáver e inició una investigación que permitió vincularla con el crimen mediante pruebas forenses y bancarias.
El jurado descartó, sin embargo, que el coacusado J.A. actuara con el mismo interés económico, al no hallarse pruebas de que se beneficiara directamente del dinero.
Las pruebas que llevaron a la condena
El veredicto se basó en una prueba pericial concluyente: las huellas dactilares de ambos condenados se hallaron en la cinta adhesiva negra con la que se cubrieron los ojos y la boca de la víctima.
Además, los informes forenses confirmaron que la causa de la muerte fue la asfixia por sumersión, y las investigaciones bancarias demostraron que R.R. continuó retirando fondos tras el fallecimiento.
La mujer llegó incluso a mentir a los investigadores, afirmando que el hombre se había marchado a Inglaterra con su hija o con unas mujeres brasileñas.
La resolución judicial
El Tribunal del Jurado declaró a R.R. y J.A. culpables de asesinato con alevosía, y en el caso de R.R., también de haber cometido el crimen para facilitar otro delito, en este caso el apoderamiento de dinero procedente de las pensiones de la víctima.
La sentencia impone a R.R. una pena de 22 años de prisión y a J.A. una de 17 años, además de la inhabilitación absoluta durante el tiempo de condena y la obligación de indemnizar solidariamente a la hija de la víctima con 200.000 euros.
Por su parte, el tercer acusado, A.M., fue absuelto y puesto en libertad tras el veredicto de no culpabilidad.
Un caso que conmocionó a Sanabria
El caso del “Crimen del Tera” ha estado rodeado de expectación desde que el cadáver fue encontrado envuelto en bolsas y con restos de cal viva en el fondo del río, una escena que dificultó su identificación durante meses.
La sentencia, dictada el 11 de noviembre de 2025 pone fin a un largo proceso judicial iniciado en 2019, con una investigación compleja en la que participaron unidades de la Guardia Civil española y la Policía Judicial portuguesa.






