Las fuertes lluvias de este martes han dejado algo más que una tormenta en Zamora. Los vecinos de los alrededores del colegio Río Manzanas se han quejado del estado del nuevo aparcamiento, ejecutado recientemente por el Ayuntamiento de Zamora, para poder ampliar la oferta de aparcamientos en la zona.
Los vecinos han denominado que el aparcamiento es «una chapuza», y han señalado que lo que ha hecho el consistorio es «quitar el campo de fútbol para hacer esto», que, como se puede apreciar en la imagen, ha quedado repleta de charcos tras las lluvias. Un hecho que provoca que la zona, al haber sido cubierta con arena, se convierta en barro y pueda provocar «incomodidades» a la hora de aparcar.
El concejal de Obras, Pablo Novo, ha comentado a Benavente Digital que el aparcamiento de la zona del colegio Río Manzanas es una intervención hecha completamente con medios municipales. Además, ha señalado que una vez que supieron que era propiedad municipal, se procedió a la limpieza de la explanada sacando «varias toneladas de restos vegetales».
Pablo Novo ha calificado la intervención de «sencilla», cuyo objetivo era el «aprovechamiento de la zona». Aunque los vecinos han ofrecido sus quejas sobre el estado en el que se encuentra la parcela tras las lluvias, Novo ha destacado que «hay gente que lo está utilizando, con lo cual se ha cumplido el propósito inicial».
Asimismo, Pablo Novo ha expresado que la razón por la que no se ha asfaltado fue porque «hay una solicitud de la comunidad educativa para que la Junta aproveche esa parcela» que el Ayuntamiento cedería. Pero ha destacado que lo importante era «limpiar, acondicionar la parcela y darle un uso lo más rápido posible», ha concluido Novo.
Ante estas quejas, el portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zamora, Jesús María Prada, ha calificado la intervención como «una chapuza más del equipo de gobierno», afirmando que «con la excusa de que así se podría darle otro uso en el futuro, no lo asfaltaron». Un hecho que ha señalado impide su uso «con las lluvias y en verano con el polvo».
A pesar de ello, que la parcela se llene de barro cada vez que llueve no deja de ser un inconveniente para los vecinos que usan la parcela como aparcamiento, lo que puede provocar diversas «incomodidades» tanto para las personas que transitan por los alrededores como para aquellos que quieran aparcar su vehículo.
