CSIF exige la dimisión de Suárez Quiñones por la gestión de los incendios en Castilla y León

El sindicato denuncia un operativo “fallido y negligente” que ha dejado consecuencias devastadoras

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de Castilla y León ha exigido la dimisión inmediata del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, por la “negligente y temerariagestión de los incendios forestales que han arrasado más de 150.000 hectáreas en la región durante las últimas dos semanas.

Agustín Argulo, presidente del sector autonómico de Administración General de la Junta de CSIF, y Sara Mateos, agente medioambiental y delegada de Medio Ambiente, han comparecido ante los medios para denunciar que el actual modelo flexible del operativo anti-incendios es un “fracaso absoluto” y que el consejero ya no es un interlocutor válido.

«Comparecemos rotos e indignados. La Junta de Castilla y León nos abandonó hace tiempo, lo advertimos y hoy la catástrofe lo confirma», aseguró Argulo durante la rueda de prensa.

Un desastre con cifras alarmantes

Los datos de esta tragedia son demoledores: más de 150.000 hectáreas quemadas, evacuación de miles de personas en decenas de localidades, tres personas fallecidas y múltiples heridos. También se han visto gravemente afectadas reservas de la biosfera, parques nacionales, espacios protegidos y zonas Patrimonio de la Humanidad, además de sufrir importantes pérdidas económicas en los sectores ganadero, turístico y forestal.

El coste estimado de extinción de los incendios alcanza los 2.000 millones de euros, mientras que la inversión en prevención apenas llega a 75 millones, según denuncian desde CSIF.

Un operativo desmantelado

Desde 2015, CSIF asegura que el operativo público de prevención y extinción de incendios se ha visto progresivamente desmantelado. Más de la mitad del operativo se ha privatizado, con brigadas de más de 35 empresas y trabajadores en condiciones precarias. También se han eliminado puestos de vigilancia, se han recortado más de 1.300 guardias de agentes medioambientales y los recursos materiales son insuficientes.

«Cuando no se hace prevención y se desmantela el operativo, las consecuencias son previsibles», lamenta Argulo, recordando que las advertencias se habían hecho desde los incendios de Navalacruz (2021) y Sierra de la Culebra (2022).

Colapso durante los días críticos

El incendio de Llamas de la Cabrera, en León, con un perímetro de más de 100 km, evidenció la falta de medios humanos: en los primeros días solo contaron con 100 personas, reforzadas posteriormente por brigadistas de otras provincias. Sara Mateos detalló que el operativo colapsó desde el 9 de agosto, dejando a muchas localidades sin atención mientras los ciudadanos combatían el fuego con cubos y mangueras.

«El actual modelo flexible de operativo de incendios de la Junta es un fracaso que ha puesto en peligro a trabajadores y ciudadanos», afirmó Mateos.

Propuestas de CSIF para un cambio urgente

El sindicato reclama un operativo público 100%, activo todo el año, con medios suficientes, plantillas estables y reconocimiento de la figura del bombero forestal. También exige la aprobación de la ley de agentes medioambientales y planes específicos de protección para poblaciones y fauna ante incendios.

«Solo su cese o dimisión puede permitir empezar a reparar esta situación. No se puede permitir un verano más como este», concluyó Argulo, denunciando además la rebaja de algunos incendios por la Dirección General de Patrimonio Natural sin respetar los protocolos técnicos de INFOCAL.

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