El XIV Festival de la Máscara de Zamora se celebrará este sábado 27 de septiembre y lo hará batiendo un récord histórico de participación. En total, serán 37 mascaradas y cerca de 500 integrantes los que desfilen por las calles de la capital zamorana, frente a las 30 agrupaciones del pasado año, consolidando al evento como una de las citas etnográficas más importantes de la Península Ibérica.
El desfile arrancará a las 18:00 horas en el Parque de la Marina y recorrerá Santa Clara, Plaza Sagasta, Plaza Mayor y finalizará en la Plaza de Viriato. Durante el recorrido, el público podrá disfrutar de un espectáculo único en el que se mezclarán los sonidos de cencerros, tambores y gaitas con los vistosos trajes y las máscaras de gran arraigo en la tradición popular.
La participación será internacional y nacional. Desde Portugal llegarán 16 mascaradas, entre ellas los Caretos de Lazarim de Lamego, los Chocalheiros de Bemposta de Mogadouro y el Carocho e da Velha de Constantim en Miranda do Douro. De España fuera de Zamora asistirán siete agrupaciones, como el Jarramplas de Piornal y las Carantoñas de Aceúche en Cáceres o Los Jurrus de Alija del Infantado en León. Por su parte, Zamora aportará 14 mascaradas, entre ellas el Zangarrón de Montamarta, la Obisparra de Pobladura de Aliste, la Fiera Corrupia de Almendra del Pan y la Vaca Antrueja de Pereruela, auténticos símbolos de la provincia.
Tras el desfile, todos los participantes serán recibidos en la institución ferial IFEZA, donde compartirán una cena de convivencia ofrecida por el restaurante Los Castaños de Trabazos. Será un momento de hermandad que reforzará los lazos culturales entre las distintas tradiciones y permitirá celebrar la riqueza de un patrimonio vivo que trasciende fronteras.
Con estas cifras de récord, el Festival de la Máscara de Zamora se confirma como un referente cultural y turístico que cada año atrae a más visitantes. Un evento que no solo recupera y preserva las costumbres ancestrales, sino que también impulsa el turismo cultural en la provincia, situando a Zamora en el mapa de las grandes celebraciones etnográficas de la Península Ibérica
