
La Plaza de Santa María se convirtió este martes en un espacio de reflexión y sensibilidad social. Desde Fundación Intras, decenas de personas participaron en una performance artística que, de forma simultánea, se llevó a cabo en varias localidades de Castilla y León donde la entidad tiene presencia.
El objetivo de esta iniciativa fue utilizar el arte como herramienta de sensibilización y dar visibilidad a una realidad que sigue siendo tabú: el suicidio. La acción busca evidenciar sus consecuencias, pero, sobre todo, destacar la importancia de la prevención.
“Queremos utilizar el arte como herramienta de sensibilización para dar visibilidad al suicidio, sus consecuencias y, sobre todo, evidenciar la necesidad de prevenirlo”, explicaron desde Fundación Intras.

Una cifra que duele cada 40 segundos
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 40 segundos una persona se quita la vida en el mundo.
En España, solo en 2024, 11 personas fallecieron al día por suicidio y 200 lo intentaron, lo que convierte al país en uno de los que presenta mayores tasas en Europa, especialmente entre la población joven de 15 a 29 años.
En Castilla y León, las cifras también preocupan: cada dos días una persona se quita la vida, y los datos se triplican en zonas rurales, donde la soledad y la falta de recursos agravan la situación.
La prevención comienza con un gesto
Más allá de los números, el mensaje de la jornada fue claro: todos podemos ser parte de la prevención.
Laura Ferreras, responsable de la entidad en Benavente, recordó que basta con 40 segundos —el mismo tiempo que tarda una persona en quitarse la vida en algún lugar del mundo— para mirar al de al lado, escuchar, dar un abrazo o hacer una llamada pendiente.
“Podemos destinar esos 40 segundos a mirar al de al lado, a escuchar a las personas que nos rodean, a dar una palabra de aliento o preguntarnos si realmente estamos bien o necesitamos ayuda”, señaló.
La actividad, dirigida a toda la población, pretende generar un impacto emocional y visual que invite a hablar sin miedo sobre la salud mental.
Un silencio que suena cada 40 segundos
Durante la performance, una campana sonó cada 40 segundos, recordando simbólicamente cada vida perdida. En ese instante, una persona abandonaba su asiento y dejaba un objeto personal, un recuerdo con valor sentimental, como metáfora de la huella que dejan quienes ya no están.
“Cada 40 segundos se hará sonar una campana que aludirá a ese fallecimiento. La persona que esté sentada en la silla dejará en su asiento un recuerdo simbólico, una permanencia con un valor sentimental relevante”, explicaron desde la organización.

Una llamada a actuar
Con esta acción, Fundación Intras busca romper el silencio y dar voz al sufrimiento invisible de miles de personas. La entidad insiste en que hablar, escuchar y acompañar son gestos que pueden salvar vidas.
Porque, como recuerdan desde la organización, la prevención del suicidio comienza con un pequeño gesto, con una conversación, con no mirar hacia otro lado.







