
Bajo un cielo encapotado y con una llovizna persistente, los vecinos de Benavente se acercaron al cementerio municipal para rendir homenaje a sus seres queridos en el Día de Todos los Santos. La tradición, que une recuerdo y respeto, contó con la presencia de la alcaldesa Beatriz Asensio y otros representantes del Ayuntamiento, quienes participaron activamente en la ceremonia.
El acto comenzó con la colocación de una imponente corona sobre la cruz que preside el camposanto, un gesto simbólico que representa el cariño y la memoria de quienes ya no están. Durante la ceremonia, el párroco Francisco Ortega dirigió una oración en honor a los difuntos, invitando a los presentes a un momento de recogimiento y reflexión.

A pesar del tiempo desapacible, la emotividad del encuentro se palpaba en el ambiente. Vecinos de todas las edades compartieron recuerdos y ofrecieron flores, manteniendo viva la memoria de aquellos que dejaron huella en los corazones de Benavente. La jornada, sencilla pero cargada de significado, volvió a poner de manifiesto la importancia de mantener viva la tradición y el respeto hacia quienes nos precedieron.











