
La Junta de Castilla y León ha intensificado sus medidas para minimizar el impacto personal y material de los incendios que han afectado a la provincia de Zamora este verano. Según ha destacado Fernando Prada, delegado territorial de la Junta en Zamora, el pasado jueves el Consejo de Gobierno aprobó una partida de más de 252.000 euros destinada a tres viviendas afectadas por el fuego en Cubo de Benavente, con el objetivo de que las ayudas lleguen de manera directa a los afectados.
Entre las medidas ya activas se incluyen ayudas directas de 500 euros para familias desalojadas, así como subvenciones de 5.500 euros para autónomos y pymes que necesiten compensar costes derivados de los incendios. También se contemplan ayudas a los ayuntamientos para la recuperación del patrimonio cultural y la reconstrucción de negocios.
Este lunes, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha publicado en el Bocyl una orden que otorga subvenciones directas de 5.500 euros a agricultores y ganaderos profesionales con explotaciones dañadas en los municipios afectados. Estas ayudas permitirán reactivar la actividad, compensar pérdidas de ganado y cubrir la pérdida de producción agrícola utilizando información de satélite, sin necesidad de trámites adicionales. Además, se adoptarán medidas para la reparación de naves agrícolas y ganaderas que hayan sufrido daños.
La agricultura y la ganadería son la base económica de estas zonas, por lo que desde el primer momento se ha priorizado la viabilidad de las explotaciones. Hasta el pasado miércoles 27 de agosto, se habían entregado 347 toneladas de alimento a 44 ganaderos, cubriendo unas 6.000 cabezas de ganado, y se habían suministrado más de 100.000 litros de agua. También se está proporcionando alimentación a 55 apicultores para unas 5.000 colmenas. El dispositivo de emergencia seguirá activo hasta el 30 de septiembre, fecha a partir de la cual será reemplazado por ayudas directas a los profesionales.
Incendios en la provincia
En cuanto a los incendios, el primero, iniciado el 10 de agosto en Molezuelas de la Carballeda, arrasó 10.000 hectáreas en 10 municipios y obligó a evacuar a 9 localidades: Alcubilla de Nogales, Ayoó de Vidriales, Carracedo, Congosta, Brime de Sog, Cubo de Benavente, Fuente Encalada, Molezuelas de la Carballeda, San Pedro de Ceque, San Pedro de la Viña, Uña de Quintana y Villageriz.
El incendio de Puercas, un día después, afectó 6.500 hectáreas y también provocó la evacuación de 9 pueblos y heridas graves en cuatro personas. Los municipios afectados fueron: Ferreruela de Tábara, Sesnández de Tábara, Puercas, Valer, Losacio, Abejera, Riofrío de Aliste, Sarracín de Aliste, Bercianos de Aliste, Tábara y Vegalatrave.
Por su parte, el incendio de Castromil, originado en la provincia de Orense, quemó 260 hectáreas y obligó a evacuar cuatro localidades: Castromil, Barjacoba, Pías, Villanueva de la Sierra y Porto. Mientras, un cuarto incendio en Porto, causado por un rayo, se expandió rápidamente y llevó al desalojo de 14 pueblos, afectando aproximadamente 12.600 hectáreas. Las localidades evacuadas fueron: Porto, Moncabril, Ribadelago Viejo, Ribadelago Nuevo, San Martín de Castañeda, Vigo de Sanabria, Doney de la Requejada, Escuredo, Barrio de Rábano, Coso, Rábano de Sanabria, San Ciprián de Sanabria, San Justo, Cerdillo y Murias.
Finalmente, Fernando Prada ha querido reconocer y agradecer públicamente el trabajo de todos los profesionales implicados en la extinción de incendios: personal de la Junta, otros organismos, Cruz Roja, Protección Civil, alcaldes y, sobre todo, a los vecinos, que han sido el principal objetivo a proteger durante estas emergencias.






