
La rehabilitación de la piscina municipal de Benavente no podrá ejecutarse en 2025 dentro de los Fondos de Cooperación Económica Local, debido al fuerte incremento del coste de la obra tras el estudio geotécnico. El Ayuntamiento ha decidido aplazar la actuación a 2026 y aprovechar la dotación de este año para renovar varios viales de la ciudad.
Según el consistorio, el análisis del terreno ha revelado la existencia de una capa de cuatro metros de relleno, lo que obliga a proyectar una estructura mucho más compleja y costosa. Este hallazgo eleva la inversión necesaria más de un 60 % respecto a lo previsto inicialmente, una subida que imposibilita su ejecución en el marco económico asignado para 2025.
El Gobierno municipal explica que esta situación exige una planificación más amplia y una dotación presupuestaria mayor que permita abordar la obra con garantías. Además, el aplazamiento facilitará ajustar los plazos para no interferir en la temporada de verano, de forma que los trabajos puedan comenzar una vez concluido el periodo de uso de la instalación.
Ante la imposibilidad de comenzar las obras de la piscina municipal este año, el Ayuntamiento activará la inversión supletoria comunicada a la Junta de Castilla y León para 2025. Se trata de la pavimentación de más de una decena de calles, con un presupuesto total de 445.491,04 euros, de los cuales 334.118,28 euros corresponden a la subvención autonómica.
La actuación permitirá mejorar la seguridad vial, la accesibilidad y la imagen urbana de diversos puntos del municipio, una línea de trabajo que ya ha sido prioritaria en otras intervenciones recientes recogidas en la sección de Actualidad de Benavente Digital.
El Ayuntamiento confirma que la rehabilitación integral de la piscina municipal se ejecutará en 2026, una vez incorporada al presupuesto la financiación necesaria para asumir el nuevo coste proyectado. El objetivo es garantizar que la instalación deportiva pueda modernizarse sin comprometer los plazos de uso para los vecinos.
El consistorio subraya que se trata de una obra “importante y necesaria”, pero que debe realizarse con plena seguridad técnica, económica y temporal. El retraso permitirá ajustar el proyecto, asegurar la disponibilidad presupuestaria y ejecutar la obra con mayor margen operativo.






