La Comisión de Cultura y Turismo de las Cortes de Castilla y León debate mañana martes la Proposición No de Ley de los procuradores socialistas zamoranos, José Ignacio Martín Benito, Ana Sánchez Hernández e Inmaculada García Rioja instando a la Junta para que se promuevan acciones conjuntas en coordinación con las comunidades de Galicia, Extremadura y Andalucía para la promoción del camino historico de la Vía de la Plata, y ello de cara al Xacobeo 2021.
Ya en el mes de julio cuando los consejeros de Cultura y Turismo de Castilla y León, Galicia, Extremadura y Andalucía suscribieron el convenio de colaboración que «olvidaba» el trazado zamorano y leonés de la Vía de la Plata, desde la Granja de Moreruela, sin reflejar el paso por la comarca benaventana y la provincia leonesa, el procurador Martín Benito recriminó la actitud de la Junta calificándola de «cacicada».
Los primeros en protestar ante tal olvido fueron los alcaldes de La Torre del Valle, Paladinos, Maire de Castroponce, Pobladura del Valle, Villabrázaro y el leonés de Alija del Infantado en una reunión celebrada el pasado 26 de julio en Maire de Castroponce al tener conocimiento de la exclusión de sus territorios del histórico trazado. A la reivindicación y queja traducida por escrito remitida al Consejero de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, se sumaron en pedir explicaciones el grupo socialista, UPL e, incluso la red de ciudades de la Vía de la Plata.
El protocolo de colaboración firmado el pasado 21 de julio en Cáceres por los titulares de Cultura y Turismo de Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Galicia con el que se pretende generar cohesión e impulso del Camino de Santiago a través de la Vía de la Plata, de cara al Xacobeo 2021, no hizo más que levantar chispas entre los munícipes zamoranos y leoneses por los que atraviesa el histórico camino. La exclusión en la promoción de 100 kilómetros de trazado que discurre por los territorios de Zamora y de León, desde la Granja de Moreruela pasando por Villabrázaro, San Román del Valle, Paladinos, La Torre, Pobladura, Maire de Castroponce y el leonés Alija del Infantado, indignaba a los regidores municipales exigiendo explicaciones y una rectificación al titular de la consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, la cuota de la formación naranja en el Gobierno de coalición, Javier Ortega Álvarez.
A las reclamaciones de los alcaldes se sumaron mociones de Ayuntamientos leoneses como Astorga, La Bañeza, Riego de la Vega y los zamoranos. A ello se ha venido a sumar la Red de Cooperación de Ciudades en la Ruta Vía de la Plata cuyos representantes reunidos en Béjar el pasado 5 de agosto no compartieron la iniciativa de esa exclusión del trazado desde la Granja de Moreruela.
En el encuentro de Maire los alcaldes acordaron dirigir un escrito de protesta al titular de Cultura y Turismo pidiendo explicaciones y abogando por una rectificación en el Proyecto de promoción del Camino de la Plata como vía de peregrinación a Santiago de Compostela.
«Si se pretende promocionar desde la Junta de Castilla y León otra de las rutas de peregrinación hacia Santiago de Compostela que transcurra por las localidades que figuran en el mapa de la web presentada en Cáceres», señalan en el escrito dirigido al consejero, «no debería llamarse Camino de la Plata, puesto que la Vía de la Plata es otra (la que transcurre por nuestros municipios) y se está induciendo a error a los peregrinos que, sin duda, si optan por hacer su peregrinación por la milenaria Vía de la Plata, querrán hacerlo por donde ha transcurrido históricamente y no por otros caminos que, aunque conduzcan a Santiago, no son la Vía de la Plata. Este hecho, además de incurrir en un grave error histórico, provoca a todos los municipios afectados por los que realmente sí transcurre la Vía de la Plata un grave perjuicio ya que los peregrinos seguramente se dejarán guiar por la web Camino de la Plata y dejarán de hacer el histórico camino de la Vía de la Plata».
La promoción de la milenaria Vía de la Plata como camino de peregrinos no debe dejar a un lado el histórico y real itinerario por razones históricas y culturales, ya que en caso contrario se realiza un agravio a los municipios afectados por esta exclusión de 100 kilómetros por los territorios zamoranos, desviando el trazado hasta Galicia sin pasar incluso por la bimilenaria ciudad de Astorga, eje vertebrador junto con Mérida de la Ruta de la Plata.
Según el proyecto presentado por los titulares de los departamentos de Cultura y Turismo de Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Galicia el «Camino de la Plata», www.elcaminodelaplata.com, tiene su salida en Sevilla hasta Zamora, pasando por la Granja de Moreruela y desviándose hacia Galicia hasta Santiago de Compostela. Es decir, que deja a un lado los territorios históricos de Santovenia del Esla, Bretó, Villaveza del Agua, Barcial del Barco, Castropepe, Villanueva de Azoague, Benavente, Manganeses, Villabrázaro, San Román, Paladinos, La Torre del Valle, Pobladura del Valle y Maire de Castroponce. Eso en territorio zamorano, porque en el territorio leonés no figuran ni Alija del Infantado, ni La Bañeza ni, mucho menos, la bimilenaria ciudad de Astorga.
LA HISTÓRICA VÍA DE LA PLATA
Ya en el año 2001, con motivo de declarar Bien de Interés Cultural la calzada de la Vía de la Plata al trazado por territorio de Salamanca, Zamora y de León, la Dirección General de Patrimonio y Promoción Cultural de la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Castilla y León documentó la Vía de la Plata como la vía que goza de singular itinerario cultural. El trazado por la provincia de Salamanca ya gozaba de declaración BIC desde el año 1931.
La Calzada de la Plata es una vía de comunicación de primer orden, situada en el oeste peninsular, que discurría de sur a norte (o de norte a sur), a lo largo de todo el territorio vetón, uniendo las importantes ciudades de Emérita (Mérida) y Astúrica Augusta (Astorga). La Ruta de la Plata fue sin duda heredera de una vía de migración protohistórica sur-norte sobre un trazado, más o menos parecido al que se conoce actualmente, en busca de las reservas gallegas de estaño. Por lógica, utilizando los mismos vados, pasos de montaña y llanuras, los primeros habitantes de España recorrieron esta parte de la península, justamente por lo que hoy se conoce como «Ruta de la Plata».
Con la llegada de la civilización romana la Vía de la Plata se convierte en uno de los caminos de mayor importancia en el extenso trazado viario romano, siendo utilizada como medio de comunicación cómodo y rápido por las tropas romanas en su avance hacia la nominación del oeste peninsular, así como vía de canalización del comercio y la cultura.
En este sentido, la calzada romana se configura como el gran itinerario norte-sur a través del cual se estableció el más antiguo y próspero comercio de metales entre el norte y sur de España.
A comienzos de la época imperial, la calzada ya tiene su definitivo trazado que en gran parte se conserva hasta el siglo XVIII.
Tenía una anchura de cinco metros, con tres capas de afirmado sobre las que iban grandes lajas de piedra que constituían el firme, un poco arqueado para dar salida a las aguas. La distancia en millas, se señalaba con el miliario, piedra cilíndrica de granito, con el nombre del emperador que había realizado la última reparación del camino, sus títulos y cargos y las millas que distaba del punto de partida.
Cada veinte o treinta kilómetros había una especie de posada «mansio», lugar de pernoctación o descanso para viajeros y animales y cada cinco o diez kilómetros simples cambios de tiro llamados «mutationes». Algunas de estas mansiones estaban extramuros de las ciudades y hoy son núcleos importantes de población, por ejemplo Salmantica-Salamanca, Oceloduri-Zamora, Brigaecium-Benavente.
Con la llegada de las invasiones germánicas, la calzada pierde su razón de existir y se inicia un periodo de decadencia, que termina siglos más tarde con la invasión árabe, en que se produce su revitalización, siendo utilizada como vía de penetración hacia el norte. En su avance hacia el norte, por el oeste peninsular, encuentran este magnífico camino, muy útil a sus planes de expansión y lo llaman «balath», «el camino».
La calzada que los árabes encontraron prácticamente intacta y con sus losas de piedra completas era, en efecto, el «camino pavimentado», que se convertiría simplemente en el balath y, por derivación entre los repobladores cristianos, en «Camino de la Plata».
Ésta parece ser la explicación más acertada a la polémica abierta sobre el origen del nombre, que unas veces se hizo derivar de la «Vía Argentea» romana, referida al hecho de que por ella se transportaba plata y, desde luego estaño, tan importante para la economía del mundo antiguo y otras, de las losas blancas y brillantes que cubrían la calzada. Otras tesis buscaban sus orígenes en su carácter de plana o d ela plana, y, para otros casos, vendría del griego «plateia» o «platis» que derivaría al latín «platus» y se transformaría en «lata» (ancha).
Durante el siglo XII, parte de este antiguo trazado se incorpora como camino de peregrinación a Santiago de Compostela.
En periodo bajo-medieval se utiliza como cañada ganadera, convirtiéndose en una de las vías pecuarias más importantes de España. Las «Cañadas Reales de la Mesta» se superponen y coinciden en buena parte de su trazado con la Vía de la Plata.
Al comienzo de la Edad Moderna, su importancia comienza a decrecer progresivamente, quedando relegada a una significación casi exclusivamente ganadera.
La Ruta o Calzada de la Plata se configura como un espacio cultural propio, detentador de una singularidad cultural y de un valioso patrimonio histórico y cultural por el que se ha impuesto la necesidad de su delimitación y protección y su transmisión a las generaciones futuras.
