La actriz Verónica Echegui ha fallecido a los 42 años víctima de un cáncer, según confirmaron fuentes cercanas. El fallecimiento se produjo el pasado 24 de agosto, tras haber estado ingresada en el Hospital 12 de Octubre de Madrid desde finales de julio.
Echegui se convirtió en un rostro imprescindible del cine español gracias a su debut en 2006 con “Yo soy la Juani”, de Bigas Luna, papel que le valió una nominación al Goya y que la catapultó a la fama. A lo largo de su carrera acumuló cinco nominaciones a los premios de la Academia y trabajó con directores como Icíar Bollaín, Daniel Sánchez Arévalo, Cesc Gay o Manuel Martín Cuenca.
Su gran talento también se consolidó con la dirección: en 2022 obtuvo el Goya al mejor cortometraje de ficción por Tótem Loba, obra con la que denunció la violencia de género estructural.
Sus últimos meses, entre el trabajo y la discreción
Los últimos meses de vida de Verónica Echegui no fueron fáciles, aunque jamás renunció a su trabajo. A pesar de su enfermedad, mantuvo su actividad profesional y llegó a participar en la promoción de la serie “A muerte” el pasado junio, mostrando una energía que ocultaba la dureza de su estado de salud.
Discreta y coherente con su estilo de vida, optó por mantener en secreto su enfermedad, conocida solo por su círculo más íntimo. Pasó largas temporadas en el campo, rodeada de naturaleza, lejos de los focos y centrada en técnicas de meditación.
La actriz deja varios proyectos pendientes de estreno, entre ellos la serie de Netflix “Ciudad de sombras” y la película “Hortelana”, ópera prima de Sara Sálamo.
Conmoción en el cine español
La noticia de su muerte ha generado una gran conmoción en el cine español. Actores como Paco León, Silvia Alonso, Dani Guzmán, Sara Sálamo o Maribel Verdú acudieron al tanatorio de La Paz en Madrid para despedirse de ella.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó en redes sociales su pesar: “Una actriz con un talento y una humildad enormes que se marcha demasiado joven”. También se sumaron a los homenajes figuras como Antonio Banderas, Cayetana Guillén Cuervo o Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia de Cine, que la definió como “una actriz soberbia, con un brillo único”.
El Ministerio de Cultura lamentó su fallecimiento destacando el legado imborrable que deja en la cultura española.
Un adiós prematuro
Verónica Echegui descubrió su vocación desde niña y, tras formarse en la RESAD, inició una carrera que nunca dejó de crecer. Para ella, el cine fue más que una profesión: “Las películas han sido mi manual de autoayuda, mi refugio, mi todo”, confesó en una de sus últimas entrevistas.
Con su talento, energía y compromiso, deja una huella profunda en el cine español y en todos aquellos que la admiraban.
