Tras San Cristóbal de Entreviñas y Morales del Rey tocaba el turno de Olmillos de Valverde. El ambiente del mundo del motor encontraba en la IV Quedada de la localidad del valle de Valverde el lugar idóneo para una nueva cita. Cientos de aficionados y más de medio millar de vehículos concurrieron en un sábado que para nada se parecía el año anterior donde la lluvia y el viento “deslucieron” el espectáculo. Las altas temperaturas hicieron, no solo correr la gasolina sino también agua, agua y más agua entre los asistentes.
«Va por tí Álex»
La IV Quedada de Olmillos de Valverde organizada por Olmillos Motor daba comienzo a las doce del mediodía con un extraordinario gesto de homenaje. Álex, tristemente fallecido en la comarca benaventana, hace apenas dos semanas y que era un adepto a estas competiciones o exhibiciones, fue uno más.
Y fue tras el preciso instante en todos los allí reunidos lanzaban sus aplausos a lo más alto, cuando estos se tornaban en cientos de caballos de potencia surgidos de cada uno de los motores que ansiosos esperaban su momento para el deleite.
Coches de alta gama, vehículos 4×4, autos drift, trial 4×4, motos y quads que sobrepasaron en esta edición el medio centenar. La cifra fue ligeramente inferior a la del 2024 en la que se dieron cita unos 700 vehículos.
Destreza, habilidad, dominio y algún susto
Los pilotos, muchos habituales en el calendario nacional como en el trial, fueron poco a poco enseñando junto a sus máquinas las habilidades de la destreza, el dominio al volante y el saber salir de situaciones complicadas en circuitos cerrados. Los derrapes, el humo y olor a rueda quemada, el sonido del motor todo se fundía en un majestuoso espectáculo llevado al más puro arte competitivo.
También es cierto, que tanta perfección a veces “cansa” y los presentes esperaban que los pilotos no fueron muy acertados en sus manos y cometieran algún que otro error que siempre es bien recibido además de comentado.
Además de las pruebas de drift, los organizadores volvieron a incluir un pequeño circuito con extremada dificultad para que los 4×4, tanto en coches como motos y quads brillaran. No faltó ni la típica fosa de agua en la que una y otra vez se bañaban las diferentes máquinas y algún que otro participante.
La quedada se alargaba hasta las ocho de la tarde. Olmillos Motor incluyó en los actos programados una exhibición de sonido, eso que últimamente nos tiene tan acostumbrados, para motos y coches.
Sea como fuera, Olmillos de Valverde cumplió con su cita. Desde ya se empieza a atisbar en el horizonte cómo será la V Quedada Olmillos de Valverde. Hasta entonces relax.
