La vuelta a las aulas en Benavente ha estado marcada por una mezcla de nervios, ilusión y compromiso educativo. En el colegio Virgen de la Vega, su director, José Manuel Fernández, reconocía que los primeros días no son fáciles para los niños tras más de dos meses de vacaciones: «Están un poco nerviosos, un poco inquietos, pero también con ilusión por volver a ver a sus amigos», explicaba mientras recordaba que este año el centro cuenta con unos 500 alumnos, de los cuales en esta primera semana solo han comenzado Infantil y Primaria, incorporándose Secundaria la próxima semana.
Además, durante este curso, tal y como confesaba José Manuel, que este curso han creado el proyecto ‘Todos contra el fuego’, con el fin de «recordar lo que ha sufrido nuestra provincia en el mes de agosto con todo el tema de los fuegos».
La profesora Mercedes Martínez, profesora del mismo centro, subrayaba que el curso arranca con una línea pedagógica común para todas las etapas: «La conservación de los glaciares será el hilo conductor, junto con el proyecto sobre los incendios que tanto han afectado a la provincia. Además, no perdemos de vista lo emocional, porque la salud mental influye en el aprendizaje».
Los niños, por su parte, mostraban sentimientos encontrados. Mientras algunos reconocían que no tenían ganas de volver, «se estaba mejor en casa»; otros confesaban entre risas que sí tenían ganas de volver porque les hacía ilusión reencontrarse con sus amigos y empezar un curso nuevo.
La dimensión religiosa también estuvo presente en el arranque escolar. El párroco Edgardo Rivera explicaba que en Benavente la Iglesia busca acompañar a la comunidad educativa: «Estamos tratando de inaugurar los cursos con alguna pequeña oración, siempre inclusiva, porque sabemos que no todos los alumnos son católicos. Lo importante es invitar a la reflexión y al respeto».
En el colegio San Vicente de Paúl, su directora, Estíbaliz Vázquez, detallaba que el centro trabajará este año bajo el lema ‘Somos Cuidadanos’. En sus palabras señalaba que «queremos transmitir a nuestros alumnos la importancia de cuidar el entorno, el medio ambiente, el patrimonio y, sobre todo, cuidarnos los unos a los otros». Con más de 500 alumnos matriculados, el centro inició las clases entre los nervios del primer día y la ilusión compartida por familias y profesores.
La vuelta al cole en Benavente refleja así la diversidad de emociones propias del inicio del curso: nervios y sueño tras el verano, pero también entusiasmo, proyectos innovadores y un fuerte compromiso de la comunidad educativa por formar no solo estudiantes, sino ciudadanos responsables y conscientes de su entorno.






