En las últimas semanas, un ganadero de la zona, especialmente en las faldas de la Sierra de la Culebra, ha denunciado la presencia masiva de manadas de ciervos cerca de la Nacional 631. Se estima que, al menos, se han avistado tres manadas de hasta 100 ciervos en total. Aunque los animales no han accedido a las naves, han rozado las zonas cercanas, lo que genera una gran preocupación entre los agricultores.
Impacto en la salud animal y en los cultivos
Además de los riesgos que conlleva la presencia de estos animales, como la transmisión de enfermedades como la sarna, los agricultores advierten que la fauna salvaje está provocando un daño directo a sus cultivos. «Nos comen los sembrados», comentaba el afectado, que se queja de la falta de control sobre estas especies.
Accidentes viales y daños a los agricultores
Los agricultores también señalan que la Nacional 631 es una carretera de alto riesgo debido a los constantes accidentes ocasionados por los animales salvajes. Se estima que ocurren más de mil accidentes al año, lo que añade más inseguridad a la ya problemática situación.
A pesar de los esfuerzos de los agricultores por proteger sus cultivos, se sienten impotentes ante la falta de medidas efectivas de control. «El gobierno nos obliga a tener un seguro que cubra los daños por fauna salvaje, pero al final, somos nosotros quienes tenemos que asumir el 20% de los daños», explica un ganadero de la zona a Benavente Digital.
Exigen soluciones y regulación efectiva
Este problema ha sido una preocupación constante para los agricultores y ganaderos de la región, quienes piden una regulación más estricta de la fauna salvaje. Exigen que se tomen medidas para controlar las manadas de ciervos y evitar daños tanto en los cultivos como en la seguridad vial. «El gobierno se lava las manos mientras nosotros seguimos sufriendo los daños», afirma.
Este creciente malestar ha puesto de manifiesto la necesidad de una solución integral para regular la fauna salvaje, proteger los cultivos y mejorar la seguridad de las carreteras.
