Este miércoles los alumnos de la sede de Benavente de la Universidad de la Experiencia han participado en una interesante conferencia en la que se ha puesto en valor la importante figura de Pedro Dorado Montero, destacado penalista y criminólogo de finales del siglo XIX y principios del XX. Este año se conmemora el centenario de su fallecimiento y este ha sido el principal motivo que ha inspirado el desarrollo de esta actividad, todo ello con la finalidad de poner en relieve esta ilustre personalidad del Derecho Penal, el cual contribuyó de manera decisiva en la elaboración del concepto de pedagogía correccional. La encargada de desarrollar esta segunda actividad complementaria del curso ha sido Laura Pascual Matellán, doctora en Derecho Penal e investigadora de la Universidad de Salamanca, la cual abordó una atractiva ponencia sobre Dorado Montero que llevó por título “Problemas de Derecho Penal”.
El 26 de febrero de 1919 falleció en su casa de Salamanca el penalista Pedro Dorado Montero. En 1892 ocupó la cátedra de Derecho Penal de la Universidad de Salamanca y en 1895 ya se había convertido en el rostro internacional de esta universidad debido a la relevancia de sus planteamientos penales. Dorado Montero fue, sin lugar a dudas, uno de los penalistas y criminólogos más importantes del mundo en su momento, y el único penalista español que ha sido capaz de construir una teoría propia.
Su propuesta penal consistía en sustituir el castigo por un tratamiento correccional o rehabilitador de los reclusos, en la idea de que ésta era la única vía de tener sociedades menos violentas y de respetar al máximo los derechos de los condenados. Si ponemos en diálogo a Dorado Montero con el discurso penal imperante actualmente en España, se puede observar como el legislador penal mantiene una posición de «mano dura» que ha llevado a introducir en el año 2015 la prisión permanente revisable. El centenario del fallecimiento de Pedro Dorado Montero se presenta como la ocasión perfecta para reivindicar sus nuevos derroteros penales con el objetivo de hacer frente a la dureza retributiva de nuestro código penal.
