USAL F.S DE SALAMANCA 6.- Iria, Aiora, Patricia, Andrea y Raquel. Luego jugaron, Paula, Tania, Cristina, Alba y Alicia.
CAJA RURAL ATLÉTICO BENAVENTE 2.- Noelia, Miri, Cañi, Silvi y Anina. Luego jugaron, Rosa, Lola y Alba.
Árbitro.- Gutiérrez Blanco. Amonestó a la benaventana Cañi.
Goles.- 1-0 Aiora (3´), 1-1 Miri (7´), 1-2 Miri (19´), 2-2 Cristina (23´), 3-2 Raquel (28´), 4-2 Patricia (31´), 5-2 Patricia (37´), 6-2 Tania (39´).
Es vergonzoso el acercarse a este equipo para darles las gracias. Esta palabra que según la definición de la Real Academia Española de la Lengua la define como “expresión que se usa para agradecer algo a una persona” se queda muy por debajo de unos merecimientos que realmente deben de ser ofrecidos a un grupo que se ha dejado el alma en un intento que finalmente no ha podido ser. Decirles gracias por ser un gran equipo. Gracias por defender tan bien unos colores. Gracias por llevar el nombre de Benavente en todo lo alto durante todo un año. Gracias por pedir tan poco a cambio de tanto. Gracias por el comportamiento ejemplar que habéis tenido en todas las canchas. Gracias por el compromiso que adquiristeis en su momento y que habéis mantenido como oro en paño. Gracias por los sueños que nos habéis regalado. Gracias por hacer que el fútbol sala femenino poco a poco haya ido llevando más aficionados a la grada de vuestra casa. Gracias por dejaros hasta la última gota de sudor para intentar el objetivo del ascenso. Gracias por tanto que resulta inútil el seguir agracediéndoslo a través de esta crónica pues sería un infinito.
Sabíamos que la tarea iba a ser difícil porque no dependíais de vosotras para ser primeras al final de temporada, pero solamente las grandes son capaces de afrontar la recta final de temporada como lo habéis hecho con las bajas importantes compañeras, y a la vez amigas, claves y otras no tan importantes pero que han impedido que estuvieran en él. Todo ello sin rechistar y sin buscar escusas. «Cuando no se puede pedir más… Cuando no se puede decir más… Cuando se ha luchado con todas las fuerzas… Cuando luchar ha sido vuestra única meta… Solo queda decir una cosa … grandes chicas. Grandes piña.Gracias por tanto y todo.» decía Miri. Algo parecido comentaba en las redes la de Castroverde de Campos, Noelia Cañibano, «al final nos tocó morir, pero lo hicimos de pie. Orgullosa de todo lo que hemos dado esta temporada pero más orgullosa de haber formado esta gran familia y pertenecer a ella. BENAVENTE NUNCA SE RINDE. GRACIAS», o Raquel, « no puedo estar más contenta con vosotras, sois muy grandes y el esfuerzo final ha sido enorme. Volveremos y que nadie dude que volveremos más fuertes que nunca. Azul y blanco es mi corazón».
El encuentro ante el Usal no llegaba en el mejor momento en el Caja Rural por esas lesiones importantes de Alexia, Joha, Bea, Nati, otras más leves pero mermaban el equipo como la de Laura o la baja por motivos personales de Raquel. Todo ello hizo que la visita para jugarse la “la última bala” por el título no fuera la más idónea para ello. Sin embargo, el ADN de este equipo que se basa en la unidad y en el compañerismo por encima de resultados, se situó en la cancha del Usal para plantarle cara con tan solo ocho efectivos sabiendo que el desgaste físico iba a ser importante.
Así, en modo guerreras total, saltaron a cancha las de Celia Matías para demostrar que un equipo en el que todas son una, es más que un combinado de jugadoras de cierta talla y cuando Gutiérrez Blanco pitó el inicio del choque los daños colaterales ya no existían. Las Noelia, Miri, Anina, Lola, Rosa, Cañi, Alba y Silvi se multiplicaron transformándose en sombras con otras camisetas con el nombre de Alexia, Joha, Raquel, Laura, Nati y Bea buscando una victoria que permitiera seguir jugando con la posibilidad de ascenso. Y eso que las cajeras encajaban muy pronto un tanto pues a los tres minutos Aiora había logrado batir a Noelia.
Nadie dijo que ese gol iba a entregar el partido y Miri se las arreglaba para en dos zarpazos dar la vuelta al choque dejando una victoria al descanso que albergaba esperanzas. Las benaventanas pudieron haberse ido con un marcador más claro al descanso, si la suerte y las fuerzas hubieran acompañado más, ante las ocasiones que tuvieron y que no acabaron en gol.
En la segunda mitad, pronto las locales igualaban y el partido y campeonato estaba del lado charro en un empate que no valía a las de Celia Matías. Las atléticas salieron en busca de ser ellas las que finalmente se llevaran el gato al agua utilizando el portero-jugador que no tuvo el final esperado y en algunas pérdidas las charras golpeaban a puerta vacía. Un marcador de 6-2 que finalmente fue demasiado abultado para lo visto en cancha, pero es que el 2-2 o el 3-2 no servían para nada.
Al final no pudo ser, pero ahí queda eso y cuando uno termina un trabajo y siente que lo ha dado todo no hay mayor satisfacción que saberse con el deber cumplido. El ascenso finalmente puede haber quedado diluido aunque podía quedar una bala en la recámara que ineludiblemente pasa por ganar en la última jornada en la Rosaleda al Avilasala y esperar lo que los presupuestos del Rectorado de la Universidad de Salamanca reflejen ya que su equipo de la División Nacional de baloncesto femenino se ha proclamado campeón y la intención es el ascenso a la segunda división. Para ello habrá que esperar lo que ocurra en esa fase de ascenso, la posibilidad de que el presupuesto del Rectorado sea únicamente para esta sección y que luego el presidente del Atlético Benavente de su visto bueno en caso de tener la posibilidad de ese ascenso de manera indirecta. Antes habrá que ganar o empatar ante el Avilasala, que en caso de victoria podía ser segunda, en la Rosaleda y luego esperar acontecimientos. Por el momento la cita queda prevista para este sábado a las 18,00 horas.
