
Una águila calzada enferma fue rescatada este martes en Vega de Villalobos, una pequeña localidad zamorana, gracias a la actuación conjunta de varios vecinos y los agentes forestales de la Junta de Castilla y León. El animal, que no podía volar, había quedado atrapado en un estrecho espacio entre una valla y una pared, tras caer al interior del patio de una vivienda.
El águila cayó en el patio y no lograba remontar el vuelo
Todo comenzó sobre las 19:00 horas del lunes, cuando una familia residente en la Carretera de Villalobos observó cómo el ave chocaba primero contra un almendro y luego contra la valla de su terreno. “Desde el primer momento vimos que no podía volar. Estuvimos vigilándola por si lograba salir sola, pero no se movió en toda la noche”, explica José León Paíno, uno de los vecinos implicados en el rescate.
El 112 y los agentes forestales, claves en la actuación
Tras contactar con el 112, los vecinos fueron informados de que, según el protocolo, debían esperar 24 horas antes de que los agentes forestales intervinieran, dado que algunas aves se recuperan solas tras sufrir golpes de calor. Sin embargo, al amanecer del martes, el águila seguía en el mismo lugar, aunque visiblemente deshidratada.
Un rescate con manta y una caja de cartón
Ante la situación, los vecinos volvieron a contactar con los agentes, quienes les explicaron cómo actuar: cubrir al ave con una manta para inmovilizarla y luego colocarla en una caja. Así lo hicieron, con la colaboración de los propietarios de la casa, y lograron mantener al ave a salvo hasta la llegada del guarda forestal.

Diagnóstico: infección por comida en mal estado
El agente forestal desplazado, Juan Carlos, confirmó que el águila no tenía heridas visibles ni fracturas, pero sí signos claros de deshidratación y debilidad. Posteriormente, se diagnosticó que sufría una infección, probablemente causada por la ingesta de una paloma en mal estado, por lo que será tratada con antibióticos y, si evoluciona bien, volverá a volar en unos 15 días.
Un aprendizaje para los más pequeños del pueblo
Durante la jornada, numerosos niños del pueblo se acercaron para ver al águila, fotografiarse con ella y aprender sobre esta especie protegida. “Es una maravilla poder ver un ave así de cerca, sobre todo para los niños”, comenta José León Paíno.

Protección de especies y valor del entorno rural
Este tipo de acciones ponen en valor la concienciación ambiental de los vecinos y la importancia de los servicios de conservación de fauna salvaje en zonas rurales. Gracias a la colaboración ciudadana y a la rápida respuesta de los agentes, esta águila calzada, una especie presente en los cielos de la península ibérica, tendrá una segunda oportunidad.






