Este verano, el campamento urbano de Benavente ofreció a los niños un espacio seguro y divertido para jugar, aprender y disfrutar durante las vacaciones. Desde el 24 de junio hasta el 29 de agosto, más de 300 pequeños participaron en actividades recreativas y educativas, distribuidos en cinco turnos.
Según Belén Morán, monitora del campamento, “se lo han pasado súper bien en todos los turnos, hemos tenido muchas actividades y ellos han disfrutado un montón”.
Experiencias educativas con profesionales locales
El campamento incluyó visitas de profesionales y asociaciones locales. Los bomberos enseñaron a los niños sobre su trabajo y medidas de seguridad, mientras que Protección Civil explicó cómo actuar ante incendios, terremotos y emergencias.
Además, la Asociación Benaventana del Toro Enmaromado acercó a los niños a la tradición local de correr el toro, y la Asociación Contra el Cáncer ofreció talleres sobre la importancia de la protección solar.
Diversión, creatividad y piscina
La diversión se combinó con la creatividad y el trabajo en equipo. Los niños participaron en juegos, manualidades y actividades acuáticas, convirtiendo la piscina en uno de los lugares favoritos de los turnos de martes y jueves. Morán destaca que también se incluyeron dinámicas tradicionales y juegos grupales que fomentan la convivencia y la colaboración.
Los participantes disfrutaron de la piscina, los toboganes y los juegos del toro, mientras aprendían sobre seguridad y tradiciones locales. Para ellos, el campamento fue mucho más que diversión: fue una experiencia educativa y memorable.
El campamento urbano de Benavente se ha consolidado como un espacio donde educación, diversión y tradición se encuentran. Con más de 300 niños participando en cinco turnos, el verano concluyó con risas, aprendizaje y recuerdos inolvidables, fortaleciendo además los lazos de la comunidad local.






