La vida comienza a recuperar la normalidad para los vecinos evacuados por los incendios que afectan la comarca de Sanabria. Tras días de incertidumbre, alrededor de 70 personas permanecen en el centro de transportes de Benavente, donde han recibido atención integral por parte de Cruz Roja y Protección Civil.
Los equipos de emergencia han trabajado para garantizar no solo la seguridad de los desplazados, sino también su bienestar emocional. Psicólogos y voluntarios han acompañado a los vecinos en estos días, ayudando a gestionar la ansiedad y facilitando espacios de apoyo para los más pequeños.
“Al principio había mucha incertidumbre, pero poco a poco, con algún realojo, les ha devuelto la esperanza de poder volver a sus localidades”, señala un representante de Cruz Roja. La colaboración de voluntarios locales y de provincias cercanas ha sido fundamental, ofreciendo desde ayuda alimenticia hasta asistencia en higiene y organización en el centro de acogida.
Entre los primeros en regresar se encuentran vecinos de Murias y Cerdillo, tras la reapertura de la carretera Za-P-2664, que conecta Trefacio con Murias. Aunque algunas familias permanecen aún en el centro, las condiciones meteorológicas más favorables han permitido avanzar en las labores de extinción y ofrecer un respiro a la población.
Los evacuados muestran agradecimiento por la atención recibida, aunque coinciden en que nada reemplaza la tranquilidad de volver a sus casas. “Aquí estamos encantados con esta gente que nos ha tratado perfectamente… pero no es como dormir en tu casa”, comenta un vecino de San Cipriano, cuya vivienda no resultó afectada por las llamas, aunque sí se ha visto afectada por el humo.
El incendio sigue activo, aunque más controlado, y las autoridades mantienen la vigilancia sobre las zonas afectadas. Mientras tanto, la esperanza de regresar a casa y retomar la vida cotidiana se mantiene viva entre los vecinos, que valoran cada gesto de apoyo recibido durante estos días difíciles.
