
En una apacible tarde de final de otoño, Villanueva del Campo vivió un acontecimiento cultural poco habitual por estas latitudes de la Tierra de Campos zamorana. La histórica iglesia de Santo Tomás, joya arquitectónica del siglo XIII, se convirtió en escenario de un emotivo concierto de villancicos en Villanueva del Campo que atrajo a numerosos vecinos y visitantes.
La expectación era máxima y el templo se llenó por completo para escuchar las cálidas notas musicales interpretadas por el coro de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, una formación reconocida por su calidad artística y cercanía con el público.

Un repertorio que conquistó al público
El concierto ofreció un escogido repertorio de villancicos, interpretados con sensibilidad y precisión. Cada pieza fue recibida con calurosos aplausos, reflejo del entusiasmo de los asistentes y del ambiente especial que se creó en el interior del templo.
El momento más emotivo llegó con el final propuesto por su director, Iñaki de Gaspar, cuando coro y público se unieron para cantar “Noche de paz”. Fueron unos minutos de auténtica emoción colectiva, en los que la música logró unir voces y sentimientos.
Agradecimientos y unión entre coros
Tras el concierto, el alcalde de Villanueva del Campo tomó la palabra para agradecer, en primer lugar, la generosidad del párroco, don Benito García, por ceder este singular espacio, y al coro por su excelente interpretación y la empatía mostrada con el pueblo.
El cierre fue tan especial como espontáneo: varias componentes del coro local se unieron al coro visitante para interpretar un villancico propio del pueblo, creado por el ya fallecido director Goyo Fernández, en un emotivo homenaje a la tradición musical local.
Un homenaje lleno de cariño
No faltó tampoco el pequeño homenaje al querido párroco Abelardo Febrero, reciente Medalla al Mérito Ciudadano. A él se le dedicó el popular villancico “Hacia Belén va una burra”, que disfrutó cantando como uno más, mientras vecinos y participantes compartían una pequeña merienda en un ambiente de cercanía y celebración.






