Laura Bresme, joven zamorana, es la impulsora de ZAFEST, un festival que nace como una auténtica declaración de intenciones: apostar por Zamora y por su futuro cultural y social. Tal y como explica su creadora, el proyecto surge “como una locura hecha por y para la provincia”, pero con un mensaje muy claro y necesario.
Zamora cuenta con un patrimonio histórico extraordinario, una identidad cultural fuerte y una calidad de vida envidiable. Su tranquilidad, su historia, su gastronomía y su entorno natural la convierten en un lugar único. Sin embargo, durante años, ese potencial no ha tenido el escaparate que merece.
Una respuesta a la despoblación y la falta de oportunidades
El ZAFEST nace como respuesta a una realidad conocida por todos: la despoblación, el envejecimiento y la marcha constante de jóvenes en busca de oportunidades, cultura contemporánea y espacios donde expresarse.
Muchos zamoranos han tenido que marcharse fuera para encontrar buena música, eventos atractivos y un ambiente cultural activo. Frente a esa situación, ZAFEST quiere demostrar que una ciudad pequeña también puede ser escenario de cultura actual, arte y encuentro, sin renunciar a su esencia.
Música, cultura y orgullo local
El objetivo del festival es claro: activar la ciudad, llenar de vida sus plazas y calles, atraer tanto a gente de dentro como de fuera y, sobre todo, generar orgullo local. No se trata de cambiar Zamora, sino de mostrar de lo que es capaz su gente cuando se une por un objetivo común.
A través de la música, la creatividad y la comunidad, ZAFEST busca romper el silencio que muchas veces pesa sobre la provincia y plantar cara a los temores ligados a la despoblación.
Zamora también merece que pasen cosas
En palabras que resumen el espíritu del proyecto, ZAFEST nace porque Zamora lo merece:
merece movimiento, merece juventud, merece cultura viva y merece demostrar que aquí también pueden pasar cosas importantes.
Y si para conseguirlo hay que ser un poco locos, Laura lo tiene claro: que sea porque seguimos bailando.
