Castilla y León ha sido una de las comunidades autónomas seleccionadas por el Ministerio de Sanidad y la Unión Europea para llevar a cabo el proyecto del certificado digital contra el COVID, más conocido como pasaporte COVID, y la Consejería de Sanidad aseguró hoy que las primeras pruebas han obtenido resultados «positivos».
La directora general de Infraestructuras y Tecnologías de la Información de la Consejería, María Ángeles Cisneros, apuntó, según recogió la Agencia Ical, que las pruebas han permitido comprobar que son «inteoperables», además de ser «correctos» en su construcción, además de contar con todas las garantías de seguridad.
En su comparecencia junto a la consejera de Sanidad para informar sobre la situación de la pandemia en Castilla y León, Cisneros reconoció que ha sido un trabajo «intenso», aunque ha sido satisfactorio gracias a los sistemas de Sacyl que han permitido realizar el pilotaje en el tiempo establecido para que, cuando llegue el momento, funcione perfectamente. La fecha elegida por la UE para su puesta en marcha es el 1 de julio, aunque se podrán emitir a partir de la próxima semana una vez que sea publicado en el Boletín Oficial de la Unión Europea.
En este sentido, recordó que el certificado COVID tiene como objetivo facilitar la libre circulación y segura de los ciudadanos de la Unión Europea durante la vigencia de la pandemia. No en vano, será aceptado por todos los estados miembros de la UE, por lo que se garantizará que las restricciones en vigor puedan suprimirse de manera coordinada.
El pasaporte será una acreditación digital que certificará que una persona ha sido vacunada contra el COVID (certificado de vacunación) o se ha sometido a una prueba con un resultado negativo (certificado de prueba), que se generará con una PCR 72 horas antes o un test de antígenos con validez de 24 horas, además de haberse recuperado de la enfermedad (certificado de recuperación), que se debe expedir por un laboratorio privado, a través de una PCR.
Entre las características del certificado, hay un respeto «completo» a la protección de datos, seguridad y privacidad, además de ser interoperable en toda la Unión Europea gracias a un código QR con una firma digital. Preferentemente, se expedirá de forma digital aunque también se podrá solicitar en papel.
