
En medio del incendio que asola la comarca, la actuación de los agricultores y ganaderos también está siendo decisiva para contener el avance de las llamas. Su esfuerzo, sumado a la coordinación con los equipos de extinción, ha permitido proteger zonas habitadas y espacios naturales de gran valor.
Cortafuegos y maquinaria agrícola contra las llamas
Durante toda la noche, los agricultores trabajaron en la zona de Osilga, un enclave de alto valor ecológico entre Uña, Brime de Sog y San Pedro de Ceque. Equipados con tractores, palas, discos y cubas de agua, lograron crear cortafuegos estratégicos y humedecer caminos para frenar el fuego que se originó en Molezuelas de la Carballeda. También han trabajado en Carracedo y otras zonas afectadas para tratar de frenar el avance del fuego.
Vecinos movilizados para proteger sus pueblos
En localidades como Uña de Quintana y San Pedro de Ceque, vecinos y trabajadores del campo se organizaron para vigilar focos activos y reforzar las zonas de defensa. Su labor también ha estado presente en el incendio de Puercas, donde la movilización del sector agrario ha ayudado a reforzar las labores de contención
Un trabajo que merece reconocimiento
El trabajo incansable de los agricultores y ganaderos no solo ayuda a frenar el incendio, sino que también refuerza la importancia del papel del sector primario en situaciones de emergencia. Su esfuerzo, muchas veces anónimo, está siendo clave para proteger nuestros pueblos.






