En plena semana del toro enmaromado, la Guardia Civil ha dado un duro golpe al tráfico de drogas en la provincia de Zamora. Gracias a la Operación “Cobreiro”, un clan familiar dedicado a la venta de sustancias estupefacientes ha sido completamente desarticulado con la detención de cinco personas.
Una investigación iniciada en noviembre de 2024
La operación comenzó a gestarse el pasado noviembre, cuando el Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de Zamora detectó un activo punto de venta de drogas en Benavente. Tras meses de seguimiento e identificación, los agentes comprobaron que los implicados formaban un clan familiar perfectamente organizado, con tareas distribuidas entre distintas viviendas del municipio.
Las entregas se realizaban mediante el sistema conocido como “telecoca”, en lugares vigilados y de difícil acceso para evitar ser descubiertos.
Registros con disparos y una persecución
El 17 de junio se llevó a cabo la fase final del operativo, con cuatro registros domiciliarios en Benavente y Zamora. Durante uno de ellos, un detenido disparó contra los agentes, se arrojó por un patio interior y trató de huir por una vivienda vecina, aunque fue reducido y detenido sin que hubiera heridos.
Incautaciones de droga, armas y dinero
Durante los registros, la Guardia Civil decomisó:
- Speed, cocaína, cristal, MDMA, hachís y ketamina
- Pastillas psicotrópicas como Trankimazín, Rivotril o Diazepan
- Una pistola con munición real, 7 armas blancas y una escopeta modificada
- 6 básculas de precisión
- Más de 130.000 euros en efectivo
Prisión provisional para los detenidos
Los cinco arrestados han sido puestos a disposición judicial por delitos contra la salud pública, tenencia ilícita de armas, organización criminal, atentado a agente de la autoridad y allanamiento de morada. Cuatro de ellos han ingresado en prisión provisional sin fianza, mientras que el quinto ya se encontraba en la cárcel por otros delitos.
Operación coordinada y de alto riesgo
La operación fue dirigida por el EDOA de Zamora bajo la tutela del Juzgado de Instrucción nº1 de Benavente y la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Zamora. Contó con la colaboración del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de León, la USECIC de Zamora y el Servicio Cinológico.
