
Cáritas Diocesana de Zamora celebra 60 años de compromiso con las personas más vulnerables, un hito que refleja seis décadas de trabajo social y evangelización en la provincia. Para conmemorar esta fecha, la organización ha preparado un acto de agradecimiento que se celebrará mañana, 4 de noviembre, a las 19:00 horas en el Teatro Ramos Carrión, reuniendo a voluntarios, trabajadores, sacerdotes y representantes de instituciones públicas.
Según Ignacio Enríquez, director de Cáritas Diocesana de Zamora, “las personas atendidas, el personal contratado, todos los voluntarios, los sacerdotes, socios y donantes son la esencia de Cáritas y sin ellos no habría sido posible esta tarea de misión y de evangelización”. Enríquez subraya que la acción de Cáritas se basa en la doctrina social de la Iglesia y en la promoción de una transformación social a través de la denuncia de injusticias y la incidencia política local.
El lema de la campaña del Día de la Caridad, celebrado en junio, “Mientras haya personas, hay esperanza”, refleja la filosofía de la organización. “Hemos acompañado a muchas personas, generando espacios de esperanza y ayudándoles a ponerse de pie, a creer que hay luz al final del túnel”, explica Enríquez, que añade su agradecimiento a todos los que han hecho posible esta labor durante seis décadas.
El evento de celebración incluirá la entrega de galardones a trabajadores, sacerdotes, instituciones públicas y voluntarios, quienes serán representados por figuras clave en cada grupo. Entre los asistentes estarán el presidente de Cáritas, Don Fernando Valera, el obispo de Zamora, miembros de la organización, representantes de Cáritas Autonómica, entidades colaboradoras, autoridades civiles, militares y miembros de la sociedad zamorana. Según Enríquez, “lo que queremos es un espacio para compartir, reconocer y agradecer a toda la sociedad zamorana y a toda la Iglesia Diocesana por esta labor realizada durante 60 años”.
A lo largo de estas seis décadas, los desafíos sociales no han desaparecido. La falta de vivienda digna, el empleo precario y la atención a personas migrantes siguen siendo preocupaciones constantes para la organización. “El acceso a la vivienda sigue siendo imposible para muchas familias, el empleo muchas veces es precario y la integración de las personas migrantes sigue siendo un reto, como también destacó nuestro obispo Don Fernando, siguiendo la visión del Papa Francisco”, explica Enríquez.
El director de Cáritas destaca que, a pesar de estos desafíos, la organización mantiene su misión de ser un espacio de esperanza y oportunidad, adaptándose a los cambios sociales y a una comunidad cada vez más envejecida. “En estos 60 años de vida de Cáritas nos hemos reinventado constantemente para seguir acompañando a quienes más sufren sin perder la referencia de la doctrina social de la Iglesia y del evangelio”, añade.
El acto de mañana será también un reconocimiento a todas las personas anónimas que, de forma desinteresada y silenciosa, han apoyado a Cáritas durante seis décadas, demostrando que la solidaridad y el compromiso social son esenciales para la construcción de una sociedad más justa.






