Este fin de semana el piloto benaventano, Carlos Blanco, disputaba la última prueba de la Dunlop BMW Cup que ha tenido lugar en el circuito de Portimao. Una prueba en la que como siempre Blanco iba con muchas ganas y en busca del tan ansiado pódium para poner la guinda a varios meses de carreras en esta copa.
El sábado daban comienzo los entrenos con lluvia y por lo tanto con la pista mojada que impidió poder realizar un entrenamiento efectivo para conocer el circuito. Ya el domingo, 31 pilotos se situaban en parrilla para tomar la salida.
La carrera estuvo marcada por alguna caída y muchos adelantamientos por parte de los pilotos. «El circuito de Portimao es como una montaña rusa con muchos cambios de desnivel donde sujetar las dos ruedas en el suelo era prácticamente imposible», asegura el piloto benaventano.
Tras una lucha intensa por posicionarse en la primera posición, Carlos Blanco se alzaba con el primer puesto en la categoría de Roockies elevando su trofeo.
«Todavía no me lo creo ya que me metí en esta aventura para aprender y medirme contra pilotos que no tienen minusvalías y el estar codo con codo con ellos para mí ha sido un sueño que nunca pensé que se hiciera realidad», manifestaba Carlos Blanco a Benavente Digital.
Una carrera que pone fin a este año de carreras pero que como ha asegurado el piloto, el 2023 vendrá cargado de nuevos retos sobre dos ruedas.
