Un total de 743.605 viajeros pasó por los alojamientos de turismo rural existentes en Castilla y León a lo largo del año 2022 cuando se alcanzaron las 1.770.311 pernoctaciones, de las que 1.657.661 fueron de residentes españoles mientras que las 112.650 restantes procedieron de residentes en el extranjero.
Esto supone un aumento del 25,1 por ciento de las pernoctaciones respecto al año anterior, por encima de la media del país donde subió un 22,2 por ciento hasta los 11,95 millones, según la Encuesta de Ocupación en Alojamientos Turísticos emitida por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recogida por Europa Press.
Estas cifras mantienen a Castilla y León como la primera autonomía en número de pernoctaciones en 2022, como en 2021, y captó además el 18,5 por ciento del total de las pernoctaciones de los residentes del país, el mayor porcentaje y 1,5 puntos por encima del dato del pasado año.
A nivel nacional, las pernoctaciones en alojamientos de turismo rural aumentaron un 22,2 por ciento en el año 2022. En concreto, las de residentes se incrementaron un 12,1 por ciento y las de no residentes un 67,2 por ciento.
Los alojamientos de turismo rural ofrecieron, de media, 158.547 plazas, un 10,7 por ciento más que en 2021 y el grado de ocupación medio fue del 20,4 por ciento (16,07 por ciento en Castilla y León), con un aumento del 10,8 por ciento. El grado de ocupación en fin de semana creció un 17,0 por ciento y se situó en el 34,8 por ciento, 32,89 por ciento en la comunidad castellano y leonesa.
Islas Baleares alcanzó, en media, el mayor grado de ocupación, con el 56,0 por ciento de las plazas ofertadas.
