Era un jueves 24 de abril de 1924 cuando nacía en Santibáñez de Vidriales una niña que a los pocos días recibía las aguas del bautismo en la iglesia parroquial de San Juan Bautista con el nombre de Victoria Catalina Pérez Delgado. Se acababa de celebrar en la semana anterior la Semana Santa y la villa vidrialesa cobraba ya relevante pujanza en la comarca y la provincia debido a las citas feriales y mercados semanales.
Victoria Catalina Pérez Delgado ha logrado traspasar la frontera de la longevidad al llegar a cumplir 100 años de vida, no sin antes extender un abanico vital cuyas tablas señalan los surcos del reconocimiento por una trayectoria de esfuerzo y sacrificio. Sus hijos Pipa, Gema y Nandi Centeno Pérez, así como 8 nietos, 4 bisnietos, sus sobrinos Paco y María del Carmen, sobrinos nietos y bisnieto, acogen las alas extendidas de la ya venerable vecina de Santibáñez de Vidriales. El cariño y la gratitud.
Con motivo de este feliz acontecimiento, del que una vecina de Santibáñez de Vidriales cumpla 100 años, el alcalde Iván Alfonso Acedo le hacía llegar a Victoria Catalina Pérez Delgado, una carta de felicitación expresando el reconocimiento de todo un pueblo por su trayectoria vital. Y lo hacía transmitiendo las palabras de El Argentino: «Que una persona cumpla cien años de vida es una buena oportunidad para que todos puedan inclinar la cabeza para el lado de la reflexión y mensurar la importancia de la existencia. Lo cotidiano que se hace trascendente y las raíces familiares que permiten expandir las alas a los hijos, son parte de un recorrido donde cada uno podrá reconocerse».
