La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), aprovecha la celebración del Día Mundial de la Salud para reivindicar la importancia de proteger bien la salud de los profesionales de la Sanidad y al resto de colectivos –personal de residencias, fuerzas de seguridad, servicios de emergencias, funcionarios de prisiones…- que están luchando en primera línea en la crisis del COVID-19.
Desde CSIF reclaman que el Gobierno considere personal de riesgo a todos los colectivos expuestos al virus en su trabajo y les dote en consonancia de material de protección, también a trabajadores y trabajadoras de supermercados, carteros, entre otros.
Entienden que las cosas no se han hecho bien, ya que los últimos datos oficiales indican que hay más de 19.400 profesionales sanitarios infectados por coronavirus, lo que lamentablemente coloca a España en cabeza de los países con más sanitarios infectados.
«Así, nos hemos encontrado con que prácticamente durante todo el mes de marzo fuera habitual que enfermeras y auxiliares no contaran con los EPIs necesarios y con mascarillas que les protegieran eficientemente en la realización de su trabajo. Asimismo, celadores y personal de limpieza de los hospitales estuvieron durante muchos días trabajando sin ninguna protección. Por no hablar del personal de residencias, que contaba aún con menos material de protección –en algunas tenían un único EPI que utilizaban varios trabajadores-, o de cuerpos como las policías locales o servicios de emergencias, que en muchos casos no han contado con las correspondientes mascarillas hasta bien avanzada la crisis.», han asegurado en nota de prensa.
“Entendemos que el Gobierno no ha actuado de manera diligente y esos fallos que ha tenido en la previsión y en la protección de los trabajadores han tenido como consecuencia esos más de 19.000 profesionales de la Sanidad contagiados», añaden.
Reclaman que se realice el test a todos los profesionales de la Sanidad, no
únicamente al personal que presente síntomas. En todo caso, los test que empiezan a llegar todavía son muy insuficientes, cifras ridículas para controlar la presencia del virus en el personal de la sanidad y obviamente para realizar los test masivos a la población que pretende hacer el Gobierno.
