
La huelga convocada por el sindicato médico CESM en los centros sanitarios de la Junta de Castilla y León ha registrado un seguimiento medio del 36,25 % en el turno de mañana, según los datos de la Gerencia Regional de Salud. La movilización, que se ha realizado a nivel nacional, tiene como objetivo denunciar la reforma del Estatuto Marco propuesta por el Ministerio de Sanidad, que regula las condiciones laborales del personal médico.
Seguimiento por áreas y provincias
En el conjunto de SACYL, el paro ha alcanzado los siguientes datos:
- Atención Hospitalaria: 43 % de seguimiento (2.250 profesionales)
- Atención Primaria: 21 % (501 profesionales)
- Gerencia de Salud de Área: 4 % (2 facultativos)
Por provincias, el seguimiento ha sido:
- Ávila: 18,34 % (86 médicos)
- Burgos: 40,62 % (381 médicos)
- León: 40,4 % (509 médicos)
- Palencia: 34,79 % (175 médicos)
- Salamanca: 28,39 % (444 médicos)
- Segovia: 54,57 % (215 médicos)
- Soria: 47,49 % (85 médicos)
- Valladolid: 38,85 % (732 médicos)
- Zamora: 31,27 % (126 médicos)
En total, 2.753 facultativos de los 7.594 disponibles en Castilla y León han participado en el paro.
Reivindicaciones de los médicos
La huelga ha sido impulsada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA), con el objetivo de visibilizar el malestar del colectivo médico ante:
- La ausencia de un estatuto profesional específico para los médicos
- La falta de avances en la mejora de condiciones laborales
Los médicos reclaman que se contemple un marco normativo que garantice su profesionalidad, estabilidad y derechos laborales dentro del Sistema Nacional de Salud.
Medidas de la Junta para garantizar la asistencia
La Junta de Castilla y León ha recordado la importancia de garantizar los servicios públicos esenciales, adoptando los servicios mínimos necesarios para proteger la salud de los usuarios del Servicio Público de Salud. De este modo, se asegura la continuidad asistencial sin vulnerar el derecho de huelga de los profesionales.
La movilización pone de relieve la tensión existente entre los médicos y el Ministerio de Sanidad, así como la necesidad de avanzar en la regulación de las condiciones laborales para garantizar un sistema sanitario más seguro y estable en Castilla y León.






