Con la cinta al sombrero del color rojo de los mártires y el púrpura del sacrificio, la imagen del copatrono de La Milla de Tera, de San Tirso, el Santo Tiso o «santutiso» como aquí se le denomina, ha sido profusamente engalanada esta tarde por un grupo de fieles devotas.
Todo está listo para que este sábado 29 de enero se celebre con solemnidad la fiesta del Santo Tiso, del protector de los huesos y articulaciones, aunque la fiesta litúrgica la iglesia la celebra este 28 de enero, pero en La Milla de Tera se quiere hacer en fin de semana por eso de permitir que asista un mayor número de devotos residentes fuera de la localidad y de los pueblos cercanos. Porque el Santo Tiso reúne a una numerosa cofradía de las parroquias cercanas.
La antigua cofradía se encarga de mantener la celebración con todo el boato característico, aunque este año, y una vez más, por culpa de la pandemia, los actos se circunscriben a una misa este sábado a las 13:00 horas y el domingo a la misma hora, la misa en memoria de los cofrades difuntos. Eso si, y por segundo año consecutivo, sin la procesión desde el templo parroquial hasta las inmediaciones de su ermita, ya desaparecida, en el cementerio. La cofradía del santo se encarga, después de la misa que todos los asistentes participen de unos aperitivos.
Y este año 2022 Santo Tiso luce sus mejores galas, pues la imagen del copatrono representado en una talla policromada del siglo XVII viste con su capa de paño damasquinado con el color rojo de los mártires y bordados de hilo de oro. El aureolado viste sombrero con las cintas de color rojo y el púrpura del sacrificio, ya que por cada fiesta se suele cambiar el color de la cinta, esa es la tradición, como lo es la devoción que reúne este santo con casi 400 años de historia, probablemente desde mediados del siglo XVII. No obstante, un siglo más tarde, en la segunda mitad del siglo XVIII las referencias documentales detallan que comparte devociones con otras dos imágenes más como la de Santa Cruz y la de San Miguel, como refiere el informe de cofradías que el Intendente vallisoletano Don Ángel de Bustamante remitió al Consejo de Castilla.