La familia de Carlos Javier López Vecilla, desaparecido el pasado 27 de marzo y localizado sin vida el 12 de abril en la presa de Almendra, ha hecho llegar una carta de profundo agradecimiento a la comandancia de la Guardia Civil. En el mensaje, que solicitan sea difundido a los medios de comunicación, rinden homenaje al trabajo infatigable de todos los profesionales y voluntarios que participaron en la búsqueda.
Un despliegue humano y técnico sin precedentes
En su carta, la familia reconoce el compromiso de voluntarios del municipio de Cibanal, así como la colaboración de Cruz Roja, Protección Civil, bomberos de Zamora y Salamanca, y Agentes Medioambientales.
Además, detallan y agradecen la participación de numerosas unidades especializadas de la Guardia Civil, entre ellas:
- Patrullas de Seguridad Ciudadana de Zamora, Benavente y Salamanca.
- Unidad Orgánica de Policía Judicial de Zamora.
- Helicópteros desde León y Asturias.
- Grupos Cinológicos de Castilla y León y Madrid.
- Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) y Equipo PEGASO.
- Oficinas Móviles de Atención al Ciudadano (OMAC).
- Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) de Valladolid, Cuenca y Badajoz.
- Unidad de Actividades Subacuáticas (UAS) de Valdemoro, con robot subacuático.
Destacando rostros entre el operativo
La familia quiso subrayar la profesionalidad y sensibilidad de varios mandos clave en el dispositivo:
- La Sargento Comandante del Cuartel de Manganeses de la Lampreana.
- El Teniente de la Comandancia de Benavente.
- La Capitán Jefa de la Compañía de Zamora, responsable del dispositivo.
Apoyo emocional y logístico: Sayago, su gente y su hospitalidad
La carta también reconoce el apoyo de la Comarca de Sayago, mencionando expresamente a restaurantes como Las Tres Chimeneas (Formariz) y Mesón Alonso (Torrefrades) por su hospitalidad durante los días más duros. Asimismo, agradecen al pueblo de Arquillinos, lugar de origen del fallecido.
Palabras finales cargadas de emoción
“El trabajo ha sido arduo, ininterrumpido y en una orografía complicada. Puede que haya intervenido la suerte, pero se ha demostrado una competencia que nos ha dejado sin palabras desde el primer momento. Gracias y enhorabuena por la labor.”
Con estas palabras, la familia cierra una carta que es testimonio de cómo, aún en la tragedia, el esfuerzo colectivo y la humanidad pueden dejar una huella imborrable.
