Esta madrugada del sábado 25 al domingo 26 de octubre, se producirá el tradicional cambio al horario de invierno. A las tres de la madrugada, los relojes deberán retrasarse una hora, de modo que volverán a marcar las dos.
La medida, aplicada en toda la Unión Europea, tiene como objetivo aprovechar mejor las horas de luz solar durante los meses más fríos y contribuir al ahorro energético. Sin embargo, no todos están de acuerdo con este ajuste que, cada seis meses, altera rutinas y afecta al descanso de millones de personas.
Los benaventanos prefieren el horario de verano
En Benavente, la opinión mayoritaria es clara: los vecinos prefieren el horario de verano. “Se hace de noche demasiado pronto y parece que el día se acorta”, coinciden muchos ciudadanos consultados.
Otros aseguran que el cambio “afecta al ánimo y a las costumbres diarias”, sobre todo cuando las tardes se vuelven más cortas. “Me gusta más el de verano porque hay más luz y se aprovecha mejor el día”, señala una vecina.
Aunque algunos reconocen que ya están acostumbrados, la mayoría considera que este sistema “ya no tiene sentido” en la actualidad, especialmente por el impacto que puede tener en la salud y en el ritmo biológico.
España plantea en Bruselas acabar con los cambios de hora
Precisamente, el Gobierno de España ha aprovechado estas fechas para plantear en Bruselas el fin del cambio estacional de hora. Según explican desde el Ministerio para la Transición Ecológica, ya no existen evidencias sólidas de que esta medida contribuya al ahorro energético, y sí se han detectado efectos negativos en los ciclos de sueño y bienestar de la población.
La propuesta busca reabrir el debate en la Unión Europea y alcanzar un consenso para mantener un horario único a lo largo del año, adaptado a las características de cada país.
Un debate que sigue abierto
El debate sobre el cambio de hora continúa abierto desde hace años en Europa. Aunque la Comisión Europea propuso su eliminación en 2018, los países miembros no han logrado acordar si mantener el horario de verano o el de invierno de forma permanente.
Mientras tanto, los ciudadanos deberán adaptarse una vez más al nuevo horario. Eso sí, esta noche dormiremos una hora más, aunque muchos reconocen que “lo que se gana en descanso se pierde en luz”.
