GALERÍA | Brime de Sog se resiste a perder su tradición de celebrar San Blas el 3 de febrero

Los devotos rinden tributo al santo protector de los males de la garganta

En la comarca de Benavente y los Valles hay ya pocos pueblos que desde hace siglos honran a su copatrón San Blas y lo siguen haciendo en su jornada litúrgica, el 3 de febrero. Este es el vidrialés de Brime de Sog.

En este pequeño pueblo, rico en historia y hospitalidad, reina la armonía y la devoción en San Blas, al igual que lo hacen con sus cuatro santicos: San Antonio, San Blas, San Roque y Santa Lucía. Ni que decir tienen sus fiestas mayores como la patrona, la Virgen de Secos o la Sacramental.

Una veintena de parroquianos, del centenar de habitantes del pueblo, aunque son muchos menos los residentes habituales, se dieron cita este lunes en la iglesia para rendir tributo al santo protector de los males de la garganta. La procesión con la pequeña talla barroca del aureolado mártir daba paso a la solemne misa oficiada por el párroco Miguel Hernández y el sacerdote Pedro Centeno.

Al concluir la ceremonia, los devotos acudieron a besar la reliquias del santo, unos huesecillos que se hallan en una pequeña urna y que en esta ocasión ocupaba un lugar privilegiado en el altar mayor.

Fotos: M.A.C.

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