La preocupación de los apicultores ha ido incrementándose desde el primer momento que se avistó un nido de vespa velutina, la llamada avispa asiática que fagocita vorazmente las abejas y otros insectos. La presencia de este depredador se había detectado en ocasiones en ejemplares aislados en la zona del Tera y otros lugares, pero no un nido de vespas velutinas. Es la primera vez que aparece un nido de estas características en la provincia de Zamora.
En este caso, el nido del tamaño de un balón de fútbol, era avistado el pasado lunes en un entorno periurbano del término de Villabrázaro por un agricultor quien alertaba del hallazgo a Emergencias, confirmaron desde la asociación de apicultores de Zamora, Apis Durii. Inmediatamente se activó el protocolo ante Medio Ambiente para confirmar que precisamente se trataba de la temida vespa velutina, con el fin de la retirada del nido, o pudiera tratarse de la avispa autóctona, de la vespa crabro. En el primer caso, la colonia de vespa velutina puede llegar a los 16.000 ejemplares y la colonia de avispas autóctonas a unos 300 ejemplares. El tamaño del nido como un balón de fútbol podría llegar a incrementarse mucho más, explicaron a Benavente Digital desde Apis Durii.
La presencia de la vespa velutina en un entorno periurbano forma parte de su hábitat, ya que a estos animales le son apetecibles las zonas de fruta, sobre todo si son frutales abandonados, y así conseguir una activa fuente de azúcar.
Activado el protocolo, se procederá en la jornada de hoy a la retirada del nido por los bomberos de Benavente y de Rionegro del Puente. Una circunstancia que se producirá en la noche de este miércoles.
El avispón europeo (Vespa crabro) es más grande que la velutina y tiene más colorido. Sus colores rojos y amarillos contrastan con el espectro más oscuro de Vespa velutina. Su nido es menos voluminoso que el de Vespa velutina, siempre con la apertura hacia abajo (el orificio de entrada de la colmena de Vespa velutina está en el lateral de la colmena), y se encuentra en árboles viejos, dentro de edificios o debajo de un tejado, pero nunca en la copa de un árbol.
