Padres e hijos de Coomonte de la Vega y vinculados con la localidad participaron este sábado en una jornada de convivencia intergeneracional en la que por unas horas quedaron aparcadas las tablets y los móviles ya que los juegos de antaño se convirtieron en la estrella de la jornada. Se trataba con esta singular iniciativa que tanto progenitores como los niños que residen habitualmente fuera de Coomonte compartiesen una jornada de convivencia intergeneracional poniendo de relieve el diálogo y los juegos con los que los padres se desarrollaron en una época en la que las actividades de ocio en la red eran impensables.
Desde primera hora de la mañana, los pequeños tenían a su disposición atracciones con hinchables, aunque era a la tarde cuando la relación de juegos autóctonos se sucedían en un extenso abanico cuyas tablas tenían ya marcado el sello de la convivencia. Juegos como las carreras de sacos, la silla, tira-soga, el pañuelo, balón prisionero o el escondite formaron parte de la amplia relación diseñada previamente por la organización, confirmó a Benavente Digital y Televisión Benavente Luis Miguel Ferrero.
Fueron varias horas plenas de ajetreo con las que los participantes finalizaron la jornada «verdaderamente cansados», como explicó Luismi Ferrero apuntando a la «bonita y gratificante» experiencia vivida en el pueblo, en Coomonte de la Vega.
