
Desde San Pedro de Ceque —localidad de la imagen— y desde muchos otros puntos de la comarca, la estampa de esta noche trae a la memoria de muchos lo vivido hace tres veranos: el horizonte teñido de rojo, el resplandor del fuego rompiendo la oscuridad, y un cielo que parece encenderse sobre los tejados.
Los incendios que avanzan desde Molezuelas de la Carballeda y Puercas ya han obligado a evacuar nueve pueblos. El calor se siente incluso a kilómetros, y el humo dibuja una bruma espesa que envuelve la escena.
Muchos vecinos se van a dormir con la incertidumbre, pendientes del avance del fuego y del humo que aún cubre el cielo. A la vez, muchos trasladan a través de las redes sociales sus fotografías y su preocupación. Son numerosos los jóvenes que, alertados por el incendio, capturan con sus cámaras la imagen de un cielo encendido y lamentan en silencio lo que está sufriendo la provincia.
Mientras tanto, los equipos de emergencia y los propios habitantes se preparan para proteger sus pueblos, haciendo frente a la amenaza con determinación y esperanza. La noche parece eterna, pero la comarca no cede; resiste, observa y aguarda, unida en la adversidad.






