La Milla de Tera recupera el sonido del alma

La localidad ha vuelto a recuperar el sonido de las campanas, el tradicional repique de ambos instrumentos sonoros

Para muchos, el sonido del alma es el silencio, el que solo se siente, el que no se escucha. Sin embargo, cuando se adentra en la tradición de un pueblo, en su propia intrahistoria local, es cuando expresa los sentimientos de sus habitantes, sus cuitas y necesidades, sus pesares y alegrías. No hay mejor instrumento que lleve la voz de todo un pueblo que el sonido de las campanas, el repique como heraldo, como pregonero del sentir común.

Fue en una madrugada del pasado 20 de marzo cuando una de las campanas de la espadaña de la iglesia de La Milla de Tera se ha desplomado sobre el asiento del vano, como adelantó en exclusiva Benavente Digital.

Campana desplomada en la Iglesia de La Milla de Tera | Foto: M.A.C.

La culpa de todo ello se debía a la barra de sujeción que hacía las veces de yugo debido a que no llegaba a soportar por más tiempo la fuerza del viento. La campana se vino abajo sobre el asiento de su vano, quedando inclinada y con el badajo haciendo de único soporte.

Desde entonces, la voz común lanzada a los cuatro vientos desde lo alto de la iglesia dedicada a Nuestra Señora la Virgen de la Asunción enmudecía. De eso va a hacer ahora cinco meses.

Ha sido ahora y gracias a la tenacidad del vecindario, así como del Ayuntamiento recién estrenado su equipo de gobierno, cuando se ha podido recuperar el sonido de las campanas, declarado Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial por la Unesco. Todos a una, los vecinos han sufragado los costes del yugo y el Ayuntamiento de Vega, del que forma parte La Milla, se ha encargado de correr con los costes de la instalación.

Agradecido todo un pueblo, así como el copatrón, el muy venerado «SantuTiso».

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