Un río de solidaridad que nació en Zamora, en pleno corazón de la provincia y que rápidamente llegó hasta Toro y Benavente. Un corazón latiendo con los colores de la bandera de Ucrania que no entendió de fronteras y que llegó hasta Roales, Morales de Toro o Tierra de Campos. Zamora mostrando, una vez más, su mejor cara, la de la solidaridad.
Más de 50.000 kilos de ayuda, 50 toneladas de todos los rincones de la provincia con la única intención de poder ayudar a los que lo han perdido todo por los designios de un señor de la guerra.
Si a los zamoranos no se les cayeron los anillos a la hora de donar ropa, alimentos o productos de higiene y desbordar por completo los puntos de recogida, tampoco han dudado en acercarse este martes a la sede del Consejo Local de la Juventud para echar una mano y llenar tres camiones de la solidaridad de los zamoranos.
Una cadena humana que ha recorrido los pasillos y escaleras desde la entreplanta en la que tiene la sede el Consejo Local de la Juventud, una cadena de solidaridad hasta los camiones donde nadie ha escatimado el esfuerzo para acabar llenando toda la ayuda y enviarla a Ucrania. Ayuda que también han desplegado varios ciudadanos ucranianos residentes en Zamora que han mostrado todo su agradecimiento a estos jóvenes.
Porque en estas cadenas había, sobre todo, jóvenes. Los del Consejo Local de la Juventud que han canalizado la ayuda de centenares de zamoranos de varios pueblos de la provincia. Los alumnos, y sus profesores, de la Escuela Superior de Arte y Diseño de Zamora que cruzaron la acera para arrimar el hombro y ser la vanguardia de la solidaridad.
Tomás Gestoso, presidente del Consejo Local de la Juventud, señalaba que la asociación había recogido “la sensibilidad de los zamoranos con el pueblo de Ucrania” llevando a cabo una iniciativa que permitiera canalizar todo esta ayuda, lo que les llevó a iniciar un punto de recogida en Zamora, junto al existente en el Santa Elena. Fue tal la avalancha de zamoranos que querían colaborar que, muy pronto, ambos puntos se desbordaron de ayuda.
Desde el CLJZ notaron que no era sólo en Zamora capital donde los zamoranos querían ayudar en lo posible al pueblo ucraniano sino que existían “muchos núcleos de población” que querían hacer llegar su ayuda y no tenían como canalizarlo. Fue entonces cuando apareció el CLJZ para poder hacer que esa ayuda llegara a su destino: los zamoranos hicieron el resto.
Toro y Benavente enseguida pusieron su granito de arena y el boca a boca permitió que el Hospital de Benavente recogiera una gran cantidad de alimentos, ropa y productos de higiene. Este efecto llamada hizo que muchos pueblos se pusieran en contacto para apoyar, dentro de lo posible, desde sus localidades.
Los 16 ayuntamientos del Área de Salud de Villarrín, Manganeses de la Polvorosa, la Asociación Ubuntu de Roales, la Asociación Moralvinos de Morales del Vino, o una tienda particular de El Perdigón iniciaron su particular recogida a la que también se sumaron tres institutos de la capital.
Con la solidaridad llegada de los diferentes puntos de la provincia, el Consejo Local de la Juventud ha recogido más de 50 toneladas de ayuda humanitaria que ha ido saliendo de Zamora en las últimas semanas, incluso arropando la salida de la ONGD Acción Norte para así conseguir que se llenara un camión con el que han viajado en el convoy.
Desde el Consejo Local de la Juventud han querido mostrar su agradecimiento a todas las empresas e instituciones que han hecho posible que se consiguiera toda la logística para poder llevar la ayuda a Ucrania, entre ellas Mudanzas Zamora o Zamovial, que han donado sus tráileres para poder transportar sus productos.
