Los paneles de las gasolineras zamoranas, al igual que en el resto de España, marcan valores de hasta más de dos euros en una subida de combustibles sin precedentes. Una situación que ya se hace «inasumible» para muchos sectores zamoranos que ven un «futuro muy negro» en el que «parar» ya se convierte en la mejor opción.
Los sectores zamoranos ligados al transporte no dan crédito a esta imparable subida. Taxistas, transportistas, panaderos y autoescuelas de Zamora, entre otros, miran atónito como os precios pulverizan todos los récords acumulándose ya las pérdidas sufridas por la pandemia.
«Hemos tenido que subir los precios, aunque la subida no compensa todos los gastos que hay»
En los pueblos, muchos de los servicios esenciales llegan sobre ruedas, tanto en invierno como en verano. Con cada vez menos de estos servicios en la mayoría de los pueblos, los que aún se mantienen se desplazan por las carreteras provinciales y llegan hasta todos los rincones. Lo seguirán haciendo, aunque, desde hace meses, su viaje es cada vez más caro.
Encarna Terrón, de Panadería Susi de Carbajales de Alba, vive desde hace semanas un aumento cada día mayor del precio de la electricidad, del combustible y también de la leña, imprescindibles para el día a día de una panadería. “El año pasado el gasoil ya comenzó a subir, pero es que está casi al doble” señala Encarna Terrón.
En una panadería que se desplaza a diario por varios pueblos y que llega hasta la capital, llenar el depósito de las furgonetas de reparto tiene un coste aproximado de más de 200 euros semanales, unos 800 al mes; prácticamente el doble que el año anterior.
Al aumento del precio del gasoil se une el precio de la luz, trabajando en muchas ocasiones cuando el pull está en su franja más cara, o el de la leña, que también se ha visto arrastrada al aumento de precio. “A partir de hoy hemos decidido subir los precios, aunque la subida no compensa todos los gastos que hay. Van a ser subidas pequeñas, de cinco o diez céntimos porque tampoco podemos subir mucho el precio a la gente, pero como esto siga subiendo no sabemos qué va a pasar” señala la panadera.
«Cuanto más trabajamos, más pagamos, es horrible»
Juan Carlos Gallego, transportista y fundador de la empresa con su mismo nombre, asume esta situación «con el agua al cuello». «es una situación horrible, cuanto más trabajas, más pagas, e incluso nos va a tocar poner dinero de nuestro bolsillo», asegura Gallego quien ya ve «inviable» seguir trabajando».
Sin embargo, no solo asume la subida de combustible: «A todo esto hay que sumar la subida de las tarifas de autónomos, los neumáticos…está subiendo todo y al final nos va a tocar parar, es mejor arruinarse parando, que seguir trabajando y acabar de la misma forma, asegura».
Una de las cosas que Juan Carlos echa en falta es más ayuda por parte del Gobierno, tras ser esenciales durante la pandemia «ahora estamos abandonados y si nosotros paramos, el país entero se para, pero no podemos asumir esta situación», reitera.
Otro de los problemas a los que se enfrenta es el breve espacio de tiempo en el que los carburantes están subiendo de precio. «Nosotros revisamos los contratos de transporte cada dos meses, y se ajusta el precio que se le cobra al cliente en función del combustible, pero día a día la subida está siendo impensable», lo que deja a los transportistas sin un margen de tiempo para negociar precios.
En cuanto a la huelga convocada, Juan Carlos asegura que, por parte de su empresa, por el momento, no se va a seguir «porque la convocatoria no viene por el momento de ninguna directiva oficial». No obstante, el próximo sábado realizarán una reunión para posteriormente transmitirlo a comité nacional y decidir así acciones de movilización.
«Estamos ya con la legua fuera»
El trabajo de los taxistas en Zamora sigue su curso, como en el caso de José Ángel Angélico, pero la subida de combustibles plantea una situación «inasumible». «Estamos ya con la lengua fuera, cada vez que vamos a echar son entre cinco y diez euros más. Si esto sigue así el sector se va a la mierda. Hay muchos compañeros que ya están vendiendo licencias», asegura.
Otro de los aspectos que más preocupa, es que la tarifa de los taxis se establece cada año, por lo que la subida de combustibles no supondrá una subida de precios. «Nosotros fijamos las tarifas una vez al año, y si se pueden tener en cuenta las subidas, pero esta situación es insostenible, porque las subidas están siendo impensables».
La subida de precios ha llegado además de forma inmediata «y no se han subido un céntimo como otras veces, es que sube de seis en seis… y el futuro no es esperanzador. Este es peor que cualquier película de miedo, cada vez que veo los precios en los marcadores, se me encoge el corazón», ha asegurado Angélico con un halo de pesimismo que envuelve al resto de sectores».
«Hace unos meses llenabas con menos de 40 euros y ahora son casi 60»
Un sector que convive a diario con el precio de la gasolina es el de las autoescuelas y eso que estos meses son aún bajos para estas empresas que viven su boom en verano. Aproximadamente un coche de autoescuela reposta una vez a la semana en la época de menor trabajo, algo que se incrementará en verano, y semanalmente notan como crece el precio por llenar el depósito. “El año pasado, o hace unos meses, llenabas con menos de 40 euros el depósito y ahora ves que son casi 60” señala Sonia Alonso.
Las autoescuelas han notado que, incluso, el precio cambia en el mismo día y se encuentran precios distintos por la mañana cuando repostan un vehículo y por la tarde, un incremento diario que aumentará el perjuicio en verano cuando aumente el número de zamoranos que se acercan a realizar sus prácticas.
Al precio de la gasolina se suman el de la luz y el gas que son necesarios para mantener las clases teóricas que se dan en la sede de la autoescuela y que también se encarecen semanalmente. Pese a ello, las autoescuelas por el momento mantienen los precios de las prácticas, aunque la evolución del precio podría obligarles a una subida que, por el momento, no se plantean.
