El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, pidió este jueves «mucha precaución» con las actividades en el monte ante las elevadas temperaturas que se registran esta semana en Castilla y León y que continuarán en los próximos días, en lo que se conoce popularmente como el veranillo de San Miguel. “No cantemos victoria”, sentenció, si bien destacó los “buenos resultados” que se han logrado hasta ahora.
Suárez-Quiñones compareció este jueves junto al consejero del Medio Rural de la Xunta de Galicia, José González, tras mantener una reunión de coordinación autonómica en materia de política e incendios forestales. El consejero de Castilla y León recordó que el periodo de peligro alto de incendios no finaliza este año hasta el 12 de octubre, dentro de las medidas pactadas hace un año en el diálogo social para reforzar el operativo de la Comunidad.
En ese sentido, el titular de Medio Ambiente puso en valor que la Junta ha invertido este año 143 millones de euros, con fondos propios y otros europeos, para mejorar las condiciones de trabajo, pero también los equipos y medios materiales con los que se hace frente al fuego. Desde enero, recordó, se han producido 900 incendios por lo que insistió se debe mantener la prudencia en estas semanas en las que el verano ya ha terminado pero continúan las altas temperaturas.
Al respecto, Suárez-Quiñones manifestó que este año la situación ha sido diferente a la de 2022, cuando remarcó se produjeron incendios forestales “absolutamente extraordinarios” en Castilla y León, fruto de la sequedad “histórica” del terreno, las altas temperaturas y los vientos “sostenidos” y “erráticos”, que recordó alcanzaron los 80 kilómetros por hora. En 2023, añadió, ha habido cuatro olas de calor y vientos, pero no comparables a los de hace un año, lo que ha hecho que el balance de momento sea diferente.
En la misma línea, el consejero del Medio Rural de la Xunta de Galicia también optó por la prudencia a la hora de avanzar cómo ha sido la campaña de incendios, algo que en su caso pará en el parlamento gallego en noviembre. “Hay un trabajo muy fuerte de prevención”, dijo y defendió que tanto su comunidad como Castilla y León cuenta con unos servicios de extinción “extraordinarios”. Además, coincidió con Suárez-Quiñones en que las circunstancias climatológicas han sido diferentes. “Estamos en muy buena situación”, concluyó.
