COMARCA

Santovenia del Esla cuenta con máquinas potabilizadoras para que los vecinos puedan llenar las botellas de agua

En el Día Mundial del Agua se denuncia que las ETAPs móviles han tenido que instalarse debido a la elevada presencia de nitratos

A finales de enero, concretamente el pasado 20 de enero, la Diputación anunciaba la instalación de manera provisional de dos estaciones de agua potabilizadoras portátiles en Santovenia del Esla debido a la presencia de nitratos en el agua de consumo, como adelantó entonces Benavente Digital y Televisión Benavente. Una situación que se prolongaría hasta que Santovenia realice el enganche a la Mancomunidad del Abastecimiento. Del mismo modo, en la reunión celebrada entonces en la Diputación con el alcalde Juan Ignacio Ramos y el diputado provincial responsable de Medio Ambiente, Javier Faúndez, así como la dioputada Atilana Martínez, se anunciaba también que la institución provincial destinaría la cuantía del plan Municipal de Obras de este año para continuar con la renovación de la red del abastecimiento.

Equipo potabilizador de agua municipal en Santovenia del Esla

En el Día Mundial del Agua, la Plataforma Vecinal de Santovenia, la Coordinadora Pueblos Vivos de Zamora y Greenpeace han denunciado que los altos niveles de nitratos en el agua del grifo del pueblo de Santovenia del Esla, han obligado al Ayuntamiento a recomendar que no se bebiera el agua del grifo y a instalar un “equipo potabilizador de agua municipal” portátil, y que como recoge la página web de la empresa está valorado en más de 11.000 euros, pero que se hace a la medida de las necesidades de cada ayuntamiento. Greenpeace también ha podido saber que actualmente existen 16 equipos potabilizadores instalados en la provincia de Zamora y que seis ayuntamientos ya solicitaron una planta fija.

Es indignante que pese a las advertencias previas de una situación de riesgo de contaminación del agua por nitratos que pesan sobre muchos pueblos españoles, se siga permitiendo el avance y malas prácticas de la agricultura y ganadería industriales hasta el punto de dejar a los pueblos sin agua potable”, ha afirmado Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España. “Basta ya de impunidad y de pensar única y exclusivamente en “don dinero”. Es hora de que las administraciones tomen cartas en el asunto y protejan de forma efectiva un recurso vital y cada vez más escaso como es el agua”, ha añadido Ferreirim.

El proyecto de Greenpeace “Sin agua no hay pueblos. El derecho al agua limpia” impulsó la creación el año pasado de la Red Ciudadana de Vigilancia de la Contaminación del Agua por Nitratos a nivel estatal. Se distribuyeron aparatos de medición de concentración de nitratos en el agua y en Castilla y León cuenta desde entonces con la colaboración de la Coordinadora Pueblos Vivos de Zamora, que se está encargando de hacer mediciones en la provincia de Zamora, y con la Plataforma Futuro Limpio Campiña Segoviana, que está realizando las mediciones en la provincia de Segovia. Durante esas mediciones se detectaron en Santovenia del Esla valores preocupantes (46 mg/l en junio de 2021 y 55 mg/l el 15 de febrero. A la luz de estos resultados se alertó al Ayuntamiento, que publicó un bando el pasado 1 de febrero, alertando a la población que la concentración de nitratos estaba en 47,9 mg/l, cuando el límite legal es de 50 mg/l, a partir del cual el agua deja de considerarse potable. El 17 de febrero se instaló el “equipo potabilizador de agua municipal” para “solventar, provisionalmente, el elevado nivel de nitratos en el agua” y se recomendó a la población que utilizara esta agua tanto para beber como para cocinar. Cabe destacar que en este pueblo, la última medición oficial se hizo en septiembre de 2018 y dio una concentración de 29,5 mg/l (Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo – SINAC). Ante la situación actual el Ayuntamiento solicitó una analítica oficial, pero hasta la fecha no se conoce el resultado.

Llevamos años consumiendo agua con elevados niveles de nitratos, con lo que eso puede conllevar para nuestra salud, pero como si no fuera poca toda la carga ganadera que hay alrededor del pueblo, y la presión que ejercen para los acuíferos todos los purines que se vierten en los campos agrícolas y los fertilizantes que se emplean, ahora nos quieren poner otra macrogranja de más de 5.000 cerdas. Nos sentimos totalmente indefensos ante la contaminación y la única solución que pone la administración es instalar una máquina potabilizadora. ¡Tenemos derecho a agua limpia, a beber de nuestros acuíferos!”, ha apuntado Esmeralda Ferreras, vecina de Santovenia del Esla.

Un tractor esparce purines procedentes de la macrogranja de Euroespa en un campo de cultivo junto al río Esla en Villaveza del Agua

La contaminación de agua por nitratos

Según los datos del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico la contaminación por nitratos afecta el 22 % de las masas de agua superficiales y el 23 % de las masas de agua subterráneas. La situación en España es tan grave que llevó a la Comisión Europea a abrir un procedimiento de infracción contra España en 2018 y, ante la inacción de las administraciones, el pasado diciembre decidió llevar a nuestro país ante el Tribunal de Justicia de Unión Europea por incumplimiento de la Directiva de Nitratos.

En enero, el Gobierno aprobó un nuevo Real Decreto para hacer frente a este problema, donde por ejemplo se rebaja el umbral para declarar una masa de agua subterránea como afectada por la contaminación por nitratos a 37,5 mg/l, cuando antes eran 50 mg/l. Con esto se pretende poder actuar antes de que llegue a los 50 mg/l, por lo que sería inservible para consumo humano.

Pero, la situación del agua de consumo es también un reflejo de lo que se está viendo en el medio ambiente. Desde Greenpeace solicitaron al Ministerio de Sanidad los datos referentes a las mediciones de la concentración de nitratos en el agua de consumo – los datos del SINAC – y de su análisis concluyen que la situación se viene agravando con el paso del tiempo. Por ejemplo, en 2016 hubo 3,71 % mediciones con valores iguales o superiores al máximo legal (50 mg/l) y en 2020 ya eran casi un 5 % (4,94%). Respecto a los valores de alarma (por encima de 25 mg/l e inferiores a 50 mg/l) el incremento también es notable: en 2016 eran un 11,2 % y en 2020 casi un 15 %. Durante este período se han detectado valores realmente alarmantes, muchos por encima de los 100 mg/l y con valores máximos superando los 400 mg/l en 2016 en Olèrdola, Cataluña, o los 200 mg/l en La Maya, Castilla y León. Es importante también destacar que en estos años de media se hicieron mediciones en tan solo el 51% de los municipios españoles, por lo que la otra mitad de los municipios no sabe si está consumiendo agua contaminada o no.

Un tractor aplica pesticidas en un campo de cultivo junto al río Esla

La situación de la ganadería industrial en Castilla y León


Castilla y León ocupa el podio estatal en los tres sectores ganaderos más industrializados:
el primero en bovino, con 22,2 % del total de animales, el segundo en pollos y gallinas, con 18,7 % del total de animales y el tercero en porcino, con 13,4 % del total de animales. Esta cantidad de animales genera ingentes cantidades de excrementos, que unidos a los fertilizantes sintéticos utilizados en gran medida para producir alimento para estos animales, son los responsables de la contaminación del agua por nitratos.

El elevado número de explotaciones de ganadería industrial en Castilla y León coloca a esta comunidad autónoma en el primer puesto en cuanto a emisiones de amoníaco declaradas a nivel estatal, y es responsable, según el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes y los datos de 2020, del 25 % de estas emisiones. La ganadería industrial es la responsable en esta comunidad autónoma del 97 % de estas emisiones. En cuanto a las emisiones de metano declaradas, ocupa el cuarto puesto a nivel estatal, ya que es responsable del 10% de la emisiones declaradas. Además, sobre Castilla y León se cierne la amenaza de tener la mayor explotación de vacuno de leche la UE, la macrovaquería de Noviercas, que explotaría 23.520 vacas, sería la más grande de España estaría entre las cinco más grandes del mundo.

La curva del supuesto éxito de la industria ganadera en España está acompañada de un marcado deterioro ambiental e incluso de vulneración de derechos fundamentales como el derecho al agua limpia. Urge una moratoria para frenar en seco la destructiva ganadería industrial”, ha concluido Ferreirim.

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