En Paladinos del Valle, una Entidad Local dirigida por el joven Eduardo Rodríguez Rubio, residen habitualmente una decena de vecinos pero en la época estival, en este pueblo rico en historia y hospitalidad, el registro poblacional se multiplica con creces.
Este sábado 12 de agosto se organizaba una jornada de convivencia en la que participaron residentes habituales y quienes mantienen raíces familiares. El programa festivo extendía sus tablas con una misa de acción de gracias celebrada por el reverendo natural de Paladinos, Lope Rubio.
La asociación de campaneros zamoranos llevó a cabo una exhibición de toques de campana en las inmediaciones de la iglesia, en cuyo pórtico se resguardaron de la sombra los vecinos.
Los actos se sucedieron con un aperitivo en la escuela, el local rehabilitado para usos sociales y culturales, y que ha contado estos días con una facendera vecinal para las tareas de limpieza.
Al atardecer se realizó una proyección fotográfica sobre la historia del pueblo a cargo de uno de los mayores conocedores de la intrahistoria local, Constantino Blanco Rubio.
La jornada de convivencia en Paladinos del Valle concluía con la degustación de una chocolatada y como había comenzado, con la participación de todo un vecindario que sabe hacer pueblo, «porque somos pocos, pero bien avenidos», como refieren en Paladinos.
