Como parte del programa navideño del Ayuntamiento, los habitantes de Benavente y visitantes tuvieron la oportunidad de sumergirse en el pasado a través de una visita teatralizada guiada por don Rodrigo Alonso de Pimentel, cuarto conde de Benavente y primer duque de la ciudad. El encargado de dar vida a este ilustre personaje fue el cuentacuentos Francisco José Fernández.
La travesía comenzó con la exploración de dos joyas arquitectónicas románicas, las iglesias de San Juan del Mercado y Santa María de Azogue. Los participantes fueron cautivados por las historias que rodean estos lugares sagrados, mientras el conde don Rodrigo desentrañaba detalles fascinantes sobre la vida religiosa de la época.
Continuando por las calles de Benavente, la comitiva se detuvo en el antiguo hospital de la ciudad, una estructura que el propio hijo del noble personaje había erigido. La narrativa cobraba vida con las anécdotas sobre la construcción y el propósito altruista de esta institución.
La plaza Mayor se convirtió en un escenario vibrante en el que don Rodrigo compartió relatos sobre las antiguas casas construidas por la burguesía local. Un punto culminante fue la visita a la Casa Solita, un claro ejemplo del modernismo que más tarde floreció en la ciudad. Los asistentes no pudieron contener sus risas mientras el conde don Rodrigo ofrecía una perspectiva única y entretenida sobre la vida cotidiana en esos tiempos.
La cereza del pastel llegó al explorar la posible residencia del ilustre conde en Benavente: el imponente Castillo de la Mota. En la Torre del Caracol, Francisco José Fernández cautivó a la audiencia con relatos intrigantes sobre las batallas del conde,como su participación clave en la sucesión tras la muerte de Enrique IV de Castilla.
La visita teatralizada logró captar la atención del público de una manera simpática y divertida. Francisco José Fernández, el cuentacuentos detrás de esta experiencia única, dejó una impresión duradera al llevar a la vida a don Rodrigo Alonso de Pimentel de una manera auténtica y cercana.
