Zamora enfrenta un desafío demográfico cada vez más acuciante. Los datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan una preocupante disminución en los nacimientos, alcanzando las cifras más bajas de los últimos cinco años. Entre enero y septiembre de 2023, solo se registraron 502 nacimientos, marcando un descenso constante desde 2019, cuando la cifra ascendió a 626 bebés.
El envejecimiento de la población juega un papel crucial en este escenario, exacerbando la situación. Aunque las muertes han disminuido en el mismo período, totalizando 1.845, la proporción es alarmante: por cada nacimiento, se producen más de tres fallecimientos en Zamora. Este desequilibrio demográfico plantea desafíos significativos para la sostenibilidad y el crecimiento de la provincia.
Septiembre, con 56 nacimientos, muestra una ligera mejoría respecto a los meses anteriores, pero sigue siendo la segunda cifra más baja para ese mes en el último lustro. Estos números reflejan una realidad preocupante y distante del máximo mensual registrado en octubre de 2019, con 82 nacimientos.
A pesar de estos desafíos, hay un rayo de esperanza en la provincia. La esperanza de vida para los recién nacidos ha experimentado un aumento constante en la última década. Según los datos de 2022, los bebés nacidos ese año en Zamora tienen una esperanza de vida de 83,62 años, la segunda más alta en diez años, solo superada por 2021 con 84,14 años.
Zamora también destaca a nivel nacional, ocupando la undécima posición entre todas las provincias españolas en cuanto a la esperanza de vida más alta de los recién nacidos. Este indicador positivo ofrece un respiro en medio de la preocupación demográfica, sugiriendo que, aunque los desafíos persisten, hay aspectos que podrían contribuir a la revitalización de la provincia. Sin embargo, se necesitan estrategias integrales y sostenibles para abordar la despoblación y fomentar un equilibrio demográfico que garantice un futuro próspero para Zamora.
