
Zamora vuelve a celebrar la tradición del Ramo Leonés durante estas fiestas navideñas con una ruta de Ramos y un pasacalles que acercan esta costumbre ancestral a toda la ciudadanía. Este año se han instalado 16 Ramos en comercios de la ciudad, mientras que en la plaza de Zorrilla se alza un Ramo Monumental de siete metros, elaborado frente al Palacio de los Momos por la Asociación Belenista La Morana siguiendo la tradición de Carbajales de Alba y basado en la recreación de Francisco Rodríguez Pascual.
El concejal de Promoción Económica, David Gago, explicó que la ruta de Ramos permite recorrer diferentes comercios de Zamora para contemplar ejemplares inspirados en los valles de Benavente, Tábara, Carabajales de Alba, Robledo de Sanabria y otras zonas de la provincia leonesa. Los Ramos presentan variedades en estructura y ornamentación, desde los más simples hasta otros más complejos, y buscan unir la actividad comercial con la conservación de esta tradición casi perdida.
Junto a la ruta y al Ramo Monumental, se ha organizado un desfile de Ramos, que tendrá lugar el sábado 20 de diciembre, partiendo desde La Marina a las 18.30 horas hasta la plaza de Viriato. Se espera la participación de unas 400 personas ataviadas con trajes típicos, y en caso de lluvia, el evento se trasladará al Salón de Actos del Seminario. Esta actividad busca acercar la tradición a la población y garantizar su continuidad entre las nuevas generaciones.
El presidente de la Asociación Belenista La Morana, Francisco Iglesias, destacó que la iniciativa se ha trabajado junto a antropólogos e historiadores de León y Salamanca para recuperar el verdadero sentido de esta tradición, evitando que se convierta únicamente en un gesto decorativo. En este contexto, se desarrollarán talleres para jóvenes y niños durante la Navidad, con el objetivo de enseñar la historia, los símbolos y el valor cultural del Ram Leonés.
Los Ramos tienen un origen prerromano, adaptado posteriormente por el cristianismo como celebración de la Navidad. Su decoración incluye velas, lazos, cintas y alimentos como panes, dulces o frutas, que servían de ofrenda para recibir las fiestas navideñas. Con estas actividades, Zamora no solo recupera una tradición singular, sino que también la convierte en un evento didáctico y participativo, fomentando la identidad cultural de la ciudad y la provincia.
Con esta propuesta, la capital zamorana ofrece a vecinos y visitantes una Navidad rica en cultura, historia y tradición, combinando la belleza de los Ramos con la participación ciudadana y el impulso al comercio local.





