«No voy a entrar en un cruce de descalificaciones hacia su persona», así comenzaba el concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Benavente, Alberto Lorenzo Colinas, su defensa ante las críticas vertidas hacia su persona y su trabajo por la anterior responsable de fiestas de localidad, Patricia Martín. Lorenzo interpreta algunas de estas acusaciones como «personales» y que van «más allá de su labor como concejal».
Entre ellas, la socialista ha puesto en cuestión su valía en el cargo al no estar acreditado por el curso de presidente. «Me recrimina que debería tener realizado el curso de presidente cuando la Ordenanza de Festejos Tradicionales de la Junta de Castilla y León no recoge en ningún momento que para ser concejal tenga que tener tal título», comienza Lorenzo, «Si ha querido ir por ahí para engañar o generar algún atisbo de duda hacia mi persona, yo lo tengo que desmentir».
Lorenzo tilda de excesivamente grave lo que ocurría en el seno del Partido Socialista, específicamente en el área de fiestas con respecto a las fiestas del Toro Enmaromando y acusa a Martín de «mentir a los vecinos» declara, además que «ni lo merecen 400 años de tradición de nuestra fiesta, ni lo merece la ciudadanía».
Lorenzo lanza una pregunta al aire, con respecto al asunto de la Ordenanza Reguladora de la Carrera del Toro Enmaromado que ha desatado la polémica, dado su falta de la aprobación definitiva. «Preguntamos por qué desde la institución local se hacía creer a corredores, vecinos y visitantes que sí existía una Ordenanza cuando no estaba en funcionamiento». Además, añade que «¿si salieron a bombo y platillo a presentar la Ordenanza que posteriormente se llevó a pleno, por qué no salieron a decir que no estaba aprobada y que la Junta había presentado alegaciones?».
«Nos pusimos a revisar la Ordenanza y para nuestra sorpresa, el 20 de junio de 2018, el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora presentaba una serie de alegaciones en las que recoge que es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones que desde el Partido Popular pensábamos que sí estaban contempladas», afirma el actual responsable de la concejalía de fiestas. «A esta serie de alegaciones no hubo contestación por su parte [la del PSOE]».
Requerimientos del Defensor del Pueblo
A colación sobre la Ordenanza municipal, Lorenzo comenta otro de los grandes problemas que se encontró su Concejalía, cuando ocupó el cargo, fruto de la caótica gestión que realizó la anterior edil. Los hechos se remontan al año 2022, cuando La Asociación Nacional para la Protección de los Bienes Animales (ANPBA) presentó una denuncia contra el Ayuntamiento de Benavente en relación con la celebración de la carrera del «torito del alba». La ANPBA solicitó al Ayuntamiento que proporcionara las autorizaciones correspondientes que certificaran la legalidad y la seguridad del evento, ya que para ellos la tradicional carrera no contaba «con la antigüedad necesaria y tomarían medidas necesarias para suspenderla».
A pesar de la solicitud, el Ayuntamiento de Benavente, gobernado por el PSOE, no respondió a la ANPBA ni proporcionó la información solicitada. La falta de respuesta generó preocupación sobre la transparencia y la legalidad del evento en cuestión, así como sobre el cumplimiento de las normativas que regulan este tipo de celebraciones.
Ante la falta de respuesta del Ayuntamiento de Benavente a su solicitud inicial, la ANPBA decidió llevar el asunto al Defensor del Pueblo. Este órgano actuó como intermediario en el conflicto, trasladando las preocupaciones de la ANPBA al Ayuntamiento de Benavente y solicitando, una vez más, los documentos y las pruebas que certificaran que el evento se celebraba de acuerdo con la normativa vigente. Esta intervención tenía como propósito asegurar que el «torito del alba» contara con todas las garantías legales y de seguridad pertinentes, y que se resolviera la falta de información que había generado la controversia.
El Defensor del Pueblo inició el proceso de intermediación con el Ayuntamiento de Benavente el 17 de marzo de 2022, con una primera solicitud de acceso a la información. Ante el silencio administrativo, cuatro meses después, el 21 de julio de 2022, el Defensor del Pueblo realiza un requerimiento, reiterando la solicitud de información.
El 26 de septiembre de 2022, el Defensor del Pueblo emite un segundo requerimiento al Ayuntamiento de Benavente, advirtiendo sobre el incumplimiento de los artículos 18.1 y 19 de la Ley de la Colaboración Preferente y Urgente con el Defensor del Pueblo. Estos artículos exigen tanto a las autoridades como a los funcionarios la obligación de colaborar de manera preferente y urgente con el Defensor del Pueblo. La falta de cumplimiento con estos requisitos legales por parte del Ayuntamiento fue señalada en el requerimiento, con el objetivo de asegurar que se proporcionara la información necesaria y se resolviera la controversia en torno a la legalidad del evento.
El tercer requerimiento llega el 27 de septiembre de 2022, y el 5 de julio de 2023, el Defensor del Pueblo contactó directamente con la alcaldía de Benavente mediante una llamada telefónica para advertir formalmente sobre la negligencia en la respuesta a las solicitudes anteriores.
Finalmente, el 6 de marzo de 2024, el Ayuntamiento de Benavente recopiló toda la información requerida y respondió al Defensor del Pueblo el 28 de mayo de 2024. Esta fecha coincidía con el inicio de las fiestas del Toro Enmaromado de ese año.
Ante todo este entramado de requerimientos y notificaciones negados por parte de la ex edil de fiestas, Alberto Lorenzo comenta que, «si asumes la responsabilidad de las fiestas, al Defensor del Pueblo le hubieras contestado la primera vez que te solicitan información, son cosas que no tienen sentido».
Actos taurinos, ¿sin autorización?
La anterior concejala de Fiestas acusa directamente a Lorenzo de realizar dos de las actividades de nueva incorporación en el programa del Toro Enmaromado sin autorización. Se trataría del desencajonamiento del domingo y de los «chiqui bueyes», ante ello el concejal se ha mostrado muy crítico y ha respondido con total confianza de su buen hacer bajo el perfecto cumplimiento de las normas.
«Dado que el desencajonamiento no está considerado como un espectáculo taurino (según el reglamento taurino de la comunidad) porque no se lleva a la lidia de los animales, estamos perfectamente dentro de la legalidad».» El público es meramente espectador». Respecto a los «chiqui bueyes», Lorenzo afirma que todas las guías y los seguros están y que evidentemente, sin una autorización, no se podrían haber llevado a cabo. «Ella sabe que esta documentación incluye datos de terceras personas y por ello no se puede hacer pública, pero puede solicitarla para revisarla».
Finalmente, Lorenzo explica el episodio en el que, como corredor, tuvo que agarrar el rabo al toro enmaromado, tal y como le acusa directamente la exconcejala de fiestas. «Si no hay una persona entre las astas del toro no me agarro nunca a un animal, si ha sucedido era para salvaguardar las vidas de otros compañeros corredores«. «El miedo al animal lo tenemos todos, y para acercarnos tanto es necesario tener un motivo de mucho peso», ha sentenciado el concejal.