Por todos es sabido que en los últimos años Tráfico ha incrementado las campañas de vigilancia e intensificado el control de velocidad con un aumento de radares en todo el entorno nacional, con el único fin de reducir la siniestralidad vial en las carreteras.
Es por ello que ya desde hace unos meses viene retumbando la idea de la posibilidad de que la DGT obligue a que todos los vehículos cuenten con un limitador de velocidad para poder circular. Algo de lo que ahora solo disponen los nuevos.
No obstante este nuevo limitador de velocidad en el que ya trabaja la Unión Europea se llama Intelligent Speed Assistant (ISA) y traerá “bajo el brazo” tres principales funciones: la primera es avisar al conductor de que está superando la velocidad máxima permitida, la segunda será endurecer el acelerador para que el conductor vea que se está sobrepasando del límite permitido y la tercera será un control “automático” por parte del vehículo, de manera que este frene y acelere en función del tráfico.
Su fecha de instalación obligatoria está prevista, en un principio, para 2024.
